Beveren, Bélgica. La aduana belga anunció el miércoles haber incautado más de 43 toneladas de cocaína en el puerto de Amberes en el primer semestre de 2023, gran parte procedente de América Latina, un aumento del 21% en comparación con el mismo período el año anterior.
Este volumen de 43,43 toneladas es superior al volumen interceptado en todo el año 2017 (41,16 toneladas).
En los últimos años, las incautaciones de cocaína en Amberes (norte), que se convirtió en la primera puerta de entrada a Europa de la cocaína producida en América del Sur, alcanzaron niveles sin precedentes.
En los primeros seis meses de 2023, casi la mitad de los volúmenes interceptados procedían de tres países: Ecuador (10,42 toneladas), Panamá (5,26 toneladas) y Brasil (3,45). Costa Rica y la República Dominicana completan los cinco primeros puestos de los principales países remitentes, precisó la aduana en una presentación en Beveren, cerca de Amberes.
En 2022 se incautaron cerca de 109,9 toneladas de esta droga. Esta fue la primera vez que se superó la cifra simbólica de las 100 toneladas.
El método preferido de los traficantes sigue siendo el “rip off”, que consiste en ocultar la droga en un cargamento, generalmente un contenedor, sin que lo sepan ni el remitente ni el destinatario de la mercancía declarada.
Para luchar contra el tráfico, la aduana quiere asociar a los operadores privados de terminales y a la empresa gestora del puerto su objetivo de escanear un máximo de contenedores.
El miércoles se firmó un memorando de entendimiento en este sentido.
Cinco nuevos escáneres móviles, para los que se habían contratado un centenar de funcionarios de aduanas en enero, entrarán en servicio gradualmente antes de fin de año.
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