Los rescatistas españoles recuperaron este lunes 86 migrantes de origen subsahariuano que iban a bordo de una precaria embarcación cerca de las costas del archipiélago atlántico de Canarias, informado a AFP el servicio de guardacostas de Salvamento Marítimo.
Un avión de búsqueda enviado por Salvamento Marítimo había estimado inicialmente que el número de personas que iba en esa embarcación era de “alrededor de 200”, por lo que podría haber tratado de un barco buscado en esa misma zona que partió de Senegal hace unas dos semanas con 200 personas a bordo.
“No lo podemos confirmar todavía al 100%, pero es probable que sea el mismo” cayuco, llegó a señalar un portavoz de Salvamento Marítimo.
Pero Salvamento reconoció que su estimación fue incorrecta.
“La cifra que se había dado antes fue por parte del avión Sasemar 101, pero es difícil determinar el número de personas por el medio aéreo”, admitió otra portavoz.
La situación seguía siendo confusa y, preguntada por AFP, la portavoz no pudo indicar si había otro barco a la deriva en la misma zona con 200 personas a bordo.
Los migrantes rescatados este lunes son ochenta hombres y seis mujeres, que fueron llevados por un barco de Salvamento Marítimo hasta al puerto de Arguineguín, en la isla de Gran Canaria, donde fueron recibidos por personal de la Cruz Roja que les prestó atención médica, según constató una fotógrafa de la AFP.
Según la ONG española Caminando Fronteras, que basa sus datos en testimonios de migrantes o sus familias, un cayuco con unas 200 personas a bordo salió el 27 de junio de la ciudad senegalesa de Kafountine, situada a unos 1.700 kilómetros de las costas de Canarias.
“Los familiares también nos avisaron de la pérdida de esa embarcación cuando pasaron días y no tuvieron noticias”, indicó la coordinadora de la ONG, Helena Maleno, en un mensaje de audio.
No se trata, sin embargo, de la única desaparición de la que alerta la organización, que pide también ayuda para buscar otras dos embarcaciones que, según sus informaciones, salieron también del litoral senegalés el 23 de junio, una con 65 pasajeros y la otra con entre 50 y 60 personas a bordo.
Zona de salida
Senegal, particularmente la zona sur del país, es uno de los puntos de partida hacia Europa de migrantes irregulares. Y España es una de las principales puertas de entrada.
“Tenemos confirmación de que ha habido migrantes que han partido. No tenemos noticias de ellos”, declaró a la AFP David Diatta, alcalde de Kafountine. “Son senegaleses, gambianos, guineanos, sierraleoneses. La mayoría de las veces son extranjeros que no vienen de la ciudad, que no viven en la zona”, explicó.
Según el alcalde, salen de Kafountine porque está cerca de muchas islas y de ensenadas, que sirven de escondite para los contrabandistas de personas y los migrantes que emprenden los viajes.
“Como autoridad local hemos intentado tomar medidas, pero el silencio del Estado es lamentable. Hay muy pocos gendarmes en el lugar y faltan medios” para poder frenar las salidas, lamentó Diatta.
A finales de junio de 2022, un cayuco que partía se incendió, lo que dejó una quincena de migrantes muertos y una veintena heridos.
Según las últimas cifras del ministerio español del Interior, 12.704 migrantes llegaron irregularmente a España en el primer semestre del año, la mayoría (7.213) a través de Canarias, lo que supone un descenso del 11,35% respecto al mismo periodo del año anterior.
Desde el endurecimiento de los controles en el Mediterráneo, la peligrosa ruta migratoria hacia las islas Canarias está particularmente transitada. Los naufragios son frecuentes en esa travesía, particularmente peligrosa por las fuertes corrientes y el mal estado de las embarcaciones.
Según cifras de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), 126 migrantes fallecieron o desaparecieron en su travesía hacia Canarias de enero a junio. Caminando Fronteras, de su lado, cifra en 778 los muertos y desaparecidos.