Al grito de “¡justicia!” periodistas se manifiestan este lunes en distintas ciudades de México en contra del asesinato de Luis Martín Sánchez Iñiguez, corresponsal de La Jornada en el estado de Nayarit (noroeste), crimen condenado por la ONU.
La primera de las concentraciones fue realizada en la ciudad de Oaxaca (sur) por una veintena de comunicadores vestidos de negro y con imágenes de su colega, encontrado muerto y con huellas de violencia el pasado sábado.
“Exigimos una investigación a fondo, que no se castigue sólo a los autores materiales sino a los intelectuales”, dijo uno de los manifestantes.
En Ciudad Juárez, también se realizó una manifestación. “No es posible que el país siga figurando en el plano mundial como uno de los más peligrosos para ejercer el periodismo”, reclamaron.
La Oficina en México del Alto Comisionado las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH) condenó el asesinato de Sánchez Iñiguez y dijo que este crimen debe ser investigado de manera “pronta, exhaustiva, independiente y eficaz”.
El presidente Andrés Manuel López Obrador habló de este crimen en su conferencia de prensa matutina. “Es una mala noticia”, dijo al señalar que el martes “se dará un informe especial sobre este lamentable hecho”.
La fiscalía de Nayarit ha señalado que la principal línea de investigación está relacionada con el trabajo periodístico del comunicador.
La última vez que se supo de Sánchez Iñiguez fue la noche del pasado miércoles, cuando su esposa, que estaba en otra ciudad, habló por teléfono al periodista, que estaba en su casa de la ciudad de Tepic.
El cuerpo, maniatado, envuelto en plástico y con un mensaje presuntamente de criminales clavado en el pecho, fue encontrado la mañana del sábado en una zona rural de Tepic.
Según La Jornada, entre las pertenencias de Sánchez Iñiguez faltan su carnet de periodista, su computadora, su celular y un disco duro.
Para la tarde y la noche están anunciadas manifestaciones en Guadalajara (oeste) y Ciudad de México.
Sánchez es el primer periodista en actividad que muere en circunstancias violentas en 2023 en México, considerado uno de los países más peligrosos para los comunicadores.
Desde el 2000, en México han sido asesinados más de 150 periodistas, la mayoría de estos crímenes sigue en la impunidad. En 2022, según el gobierno, fueron ultimados 13 comunicadores.