Inician en Jamaica negociaciones "cruciales" sobre explotación minera submarina

Inician en Jamaica negociaciones "cruciales" sobre explotación minera submarina

Jamaica alberga desde este lunes una nueva ronda de negociaciones “cruciales” para el futuro de la extracción minera submarina, una industria sin ningún tipo de regulación por el momento que los defensores del océano tratan de impedir a toda costa.

La Autoridad Internacional de los Fondos Marinos (AIFM), reunida hasta fines de julio, “entra en el período de decisión más crucial de su historia”, dice a la AFP Emma Wilson, de la plataforma de ONG Deep Sea Conservation Coalition.

“Es un momento fundamental para la Autoridad”, dijo por su parte el representante de Chile en la apertura el lunes de la sesión del consejo de la AIFM en Kingston.

“No podemos autorizar las actividades de explotación en la Zona (suelo oceánico) mientras no haya reglas, regulaciones y procedimientos adecuados”, agregó instando a una “pausa cautelar”.

El Consejo de la AFIM y sus 36 estados, que hasta ahora no han atribuido ningún contrato de explotación, negocian desde hace diez años un código minero para fijar las reglas de una eventual explotación de minerales codiciados que están en los fondos submarinos de zonas internacionales que no pertenecen a nadie.

Este texto está lejos de estar listo. Desde el domingo, tras una cláusula que activó Nauru, un pequeño estado insular del Pacífico, la AIFM estaría obligada a tener en cuenta cualquier solicitud de explotación que pueda presentar cualquier estado en nombre de una empresa que patrocina.

En marzo, el Consejo había señalado que “no debería haber” explotación comercial mientras no estuviera en vigor el código minero.

Pero no había logrado ponerse de acuerdo sobre el proceso de examen de una eventual demanda.

Ante el vacío jurídico, las ONG están preocupadas de que se pueda dar luz verde a una eventual actividad sin ningún control medioambiental.

“Ahora, las barreras que separan la increíble riqueza de la biodiversidad abisal y las excavadoras en busca de metales penden de un hilo”, denunció el lunes en un comunicado François Chartier, de Greenpeace.

“Carrera” por el océano

“La carrera para defender el océano se intensifica en la AIFM. La amenaza de la explotación minera de los fondos marinos se perfila en el horizonte, pero es fantástico ver el impulso mundial contra esta industria destructiva”, dice Sofia Tsenikli, que lleva a cabo una campaña a favor de la moratoria.

Menos de 20 países apoyan por el momento esta moratoria, pero los defensores del océano esperan que otros salgan de la mayoría silenciosa antes de finales de julio.

Chile, Francia, Palau y Vanuatu decidieron llevar el debate al plano político. A pedido suyo, y por primera vez, la asamblea de los 167 estados miembros de la Autoridad, que se reúne del 24 al 28 de julio, estudiará una “pausa cautelar” de la explotación minera submarina.

Otros insisten en la necesidad de concluir el código minero.

No obstante, el secretario general de la AIFM, Michael Lodge, instó este lunes a que se pase a “la próxima etapa de explotación”.

“Tenemos (…) la oportunidad única de hacer las cosas bien y tenemos que emplear nuestro tiempo y nuestra energía en este proceso”, declaró el británico, que niega regularmente las acusaciones de las ONG de que defiende a la industria.

Estas confían en la coherencia de la comunidad internacional, que acaba de comprometerse a conservar la altamar y a proteger el 30% de los océanos para 2030.

“O dejan abierta la posibilidad de autorizar el inicio de una nueva industria extractiva en medio de una crisis ecológica, o por una vez, deciden matar en su germen una industria que sería devastadora”, sentenció François Chartier.

ONG y científicos recuerdan algunas de las consecuencias que podría tener esta explotación: destrucción directa de hábitats y especies esenciales esenciales para los ecosistemas, perturbación de la capacidad del océano de absorber el carbono emitido por la actividad humana y generación de un ruido que podría afectar la comunicación de especies como las ballenas.