El jefe de la diplomacia de Estados Unidos, Antony Blinken, dijo este jueves que su país trabaja de forma “muy activa” en conformar una fuerza internacional para la asolada Haití, aunque una vez más evitó cualquier compromiso de liderarla.
“Existe un consenso sobre la necesidad de algún tipo de fuerza multinacional que apoye el trabajo de la policía para intentar crear un espacio y un clima de mayor seguridad, para que el trabajo que estamos haciendo para reforzar la policía y los servicios de seguridad en Haití tenga tiempo de afianzarse y el gobierno pueda recuperar el control del país y no esté dominado, como lo está en tantas partes, por las pandillas”, dijo Blinken en Guyana.
Blinken llegó a Georgetown procedente de Trinidad y Tobago, donde participó de la cumbre de la Comunidad del Caribe (Caricom), de la que es miembro Haití.
El secretario de Estado se reunió la víspera en Puerto España con el primer ministro haitiano, Ariel Henry, donde resaltó que era “imperativo” que la comunidad internacional se una en torno a este tema.
Haití, el país más pobre del hemisferio occidental, no celebra elecciones desde 2016 en medio de una grave crisis. Designado primer ministro apenas 48 horas antes de que el último presidente, Jovenel Moise, fuese asesinado en julio de 2021, Henry enfrenta cuestionamientos a su legitimidad.
Bandas armadas controlan hoy buena parte de la capital, Puerto Príncipe.
Henry ha pedido una intervención internacional desde hace casi un año, propuesta que tiene respaldo de la ONU, pero ningún país se ha declarado dispuesto a liderarla. Brasil y Canadá son los países más implicados en las discusiones.
“Mantenemos conversaciones muy activas con países de la región y fuera de ella, también mantenemos conversaciones activas por supuesto con Naciones Unidas, sobre lo que podría hacer para dar a esta fuerza el ‘imprimátur’ adecuado de la comunidad internacional”, señaló Blinken.
“Parte de esto implica asegurarse de que los países se comprometen a desempeñar un papel importante en dicha fuerza, en particular identificando a un país que desempeñaría el papel de nación líder”, sin especificar el papel de Estados Unidos. “Estamos participando activamente”, insistió.
Blinken aseguró que Haití se refiere a una “urgencia feroz” y destacó que Washington ha contribuido con ayuda humanitaria y recursos para las fuerzas de seguridad. “Aunque es necesario, no es suficiente”, reconoció.
La violencia no para. Al menos 264 personas acusadas de pertenecer a pandillas en Haití murieron a manos de autoproclamados justicieros desde abril, según informado este jueves la ONU.