“Los autores de las publicaciones no fueron identificados, pero el fenómeno constituye “una amenaza importante para la salud de los consumidores“, denunció un doctor
Los profesionales sanitarios de todo el mundo se ven confrontados a casos de usurpación de identidad en internet, como un médico tailandés, cuyo nombre su utilizó fraudulentamente para promocionar tratamientos dudosos contra la diabetes o para aumentar el tamaño del pene.
Periodistas de investigación digital de la AFP revelaron una serie de casos en los que los infractores se presentan como médicos reales, promocionando tratamientos y productos ficticios o haciendo propaganda.
Una tendencia que muestra que los estafadores en línea han encontrado un objetivo fácil en los profesionales sanitarios, que acaban siendo víctimas de acoso o con su reputación empañada.
“Me usurpan la identidad (casi) todos los meses”, explicó a la AFP Thiravat Hemachudha, un neurólogo tailandés. “Estos estafadores quieren ganar dinero y citan a profesionales de la salud reconocidos para apoyar sus afirmaciones”, detalla.
Su nombre apareció asociado con anuncios y mensajes en Facebook que promocionaban una serie de tratamientos para la diabetes o para agrandar el pene.
Los autores de las publicaciones no fueron identificados, pero el fenómeno constituye “una amenaza importante para la salud de los consumidores”, denunció el doctor.
La creciente ola de estafas relacionadas con la usurpación de identidad presenta riesgos financieros y a menudo compromete el acceso a una atención fiable.
En Filipinas, Marissa David creía haber encontrado el mejor remedio para un bulto benigno al comprar una crema que, según un anuncio en Facebook, estaba recomendada por el famoso médico Willie Ong.
La crema en cuestión, que costaba 12,50 dólares -una pequeña fortuna para esta madre filipina- no sólo no está recomendada por el doctor Ong sino que, además, es ineficaz.
Otro médico filipino, Winston Kilimanjaro Creones Tiwaquen, muy popular en las redes sociales, fue imitado en páginas de Facebook promocionando una ropa interior magnética que, milagrosamente, aumentaría el tamaño de los genitales masculinos.
Luchar contra la desinformación
La AFP, que detectó estafas similares en otros países como Birmania y Bulgaria, dispone de un equipo mundial de periodistas de investigación digital que revelan informaciones falsas que se volvieron virales, en colaboración con el programa de verificación de datos de Meta, la empresa matriz de Facebook e Instagram.
En Filipinas, la AFP descubrió media docena de publicaciones en Facebook que contenían videos falsificados del doctor Ong, o en las que se usurpaba la identidad del doctor Tiwaquen promocionando tratamientos rápidos.
A la médica Natalia Solenkova, que trabaja en una unidad de cuidados intensivos de Florida, en el sureste de Estados Unidos, este tipo de desinformación le acarreó un acoso agresivo en línea.
A principios de año, varios comentaristas conservadores -incluido el popular presentador estadounidense de podcasts Joe Rogan- difundieron una captura de pantalla de un tuit falso sobre la vacuna contra el covid-19 en el que se utilizaba el nombre de la facultativa y su seudónimo en Twitter.
“Sabiendo que él (Rogan) tiene millones y millones de suscriptores, me sentí amenazada”, explicó Solenkova a la American Medical Association. Rogan admitió su error, pero Solenkova ya había sido objeto de múltiples mensajes de odio.
Otros profesionales también fueron amenazados con acciones legales. Como el doctor Ong, cuyo apellido fue usurpado para un anuncio viral de una marca de frutos secos.
La hermana menor del difunto presidente filipino Benigno Aquino III incluso denunció que se había utilizado su propio apellido en ese anuncio y pidió a Ong que dejara de promocionar el producto en su página Facebook, según los medios de comunicación.
“Me supera lo que me está pasando. No puedo creerlo”, dijo el médico en abril, en una serie de videos donde denunció el fraude.
“No es posible que no supieran que esas páginas eran falsas”, criticó.
Las asociaciones de defensa de los consumidores han instado a meta a instaurar un mecanismo de control más riguroso de los contenidos, y la compañía asegura que se toma “en serio la amenaza” que representan estas estafas. representan estas estafas.
“Las plataformas deben invertir en sistemas de moderación de contenido fuertes para detectar y eliminar inscripciones fraudulentas, y pueden desempeñar un papel importante en la educación de los usuarios sobre los riesgos”, comentó Patricia Schouker, miembro del Instituto Payne, con sede en Colorado, Estados Unidos.