La rebelión armada de Yevgeny Prigozhin y su grupo mercenario armado Wagner se han vertido en un pretexto para una purga de los altos mandos de las Fuerzas Armadas de Rusia.
El miércoles, The Wall Street Journal y el New York Times contaron historias sobre quién sabía qué antes del intento de golpe de Estado de Prigozhin.
El Moscow Times y los canales de Telegram conectados al ejército de Rusia informan del arresto del alto general Sergei Surovikin, apodado “General Armagedón” por la prensa rusa por su reputada crueldad, por supuestamente apoyar las acciones de Prigozhin el fin de semana pasado.
Además, el Jefe del Estado Mayor Valery Gerasimov no se ha visto públicamente ni en la televisión desde el golpe abortado del sábado. Según se informa, el servicio de seguridad del FSB lo está cuestionando.
El día antes de lanzar su motín, Prigozhin dijo que Rusia estaba perdiendo la guerra y acusó al ministro de Defensa Sergei Shoigu y Gerasimov de “genocidio” contra su pueblo “por el asesinato de decenas de miles de ciudadanos rusos y la transferencia de territorios rusos al enemigo”.
Además del FSB, la Guardia Nacional de Rusia también estaba al tanto del motín planeado, según su comandante, el general. Viktor Zolotov. “Las filtraciones específicas sobre los preparativos para una rebelión que comenzaría entre el 22 y el 25 de junio se filtraron del campamento de Prigozhin”, dijo Zolotov a los medios estatales el martes, según el Journal.
Prigozhin puso fin a su revuelta después de aceptar un acuerdo con Putin, negociado por el presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenko, que retiró los cargos penales contra el fundador de Wagner y sus luchadores y le permitió ir al país vecino.