Polvo, muerte y escombros tras el impacto de un misil contra un restaurante en Ucrania

Polvo, muerte y escombros tras el impacto de un misil contra un restaurante en Ucrania

Kramatorsk, Ucrania. Ievguen está cubierto de polvo. Estaba cenando en un popular restaurante en Kramatorsk, una ciudad del este de Ucrania, cuando un cohete ruso destruyó el establecimiento, dejando al menos cuatro muertos y decenas de heridos.

“Hay mucha gente ahí abajo. Hay niños debajo de los escombros”, dice este hombre a la AFP, visiblemente conmocionado después de la explosión que golpeó el restaurante Ria Pizza a primera hora de la noche.

Ievguen y dos de sus amigos lograron salir del local destrozado pero otro todavía está adentro. “Estábamos a punto de irnos, está debajo de los escombros”, explica.

Frente a la fachada destruida del restaurante y su interior aún parcialmente en llamas, una multitud de civiles se reunió junto a soldados, rescatistas, el alcalde de la ciudad y el gobernador.

El último balance de las autoridades es de cuatro muertos y más de 40 heridos, entre ellos un bebé de ocho meses.

“Puede haber gente bajo los escombros, el número final de víctimas todavía se está esclareciendo”, dijo la fiscalía general, que informó de otros cinco heridos por un proyectil caído en las afueras de la ciudad.

El establecimiento, situado en el centro de Kramatorsk, era popular entre los periodistas y el ejército.

En él se encontraban precisamente el excomisionado de paz de Colombia Sergio Jaramillo y su compatriota novelista Héctor Abad Faciolince, que sufrieron “heridas leves”, indica un comunicado firmado por ambos.

Con ellos estaba la periodista colombiana Catalina Gómez, también con lesiones leves, y la escritora ucraniana Victoria Amelina, “en estado crítico por una lesión en el cráneo, probablemente por los vidrios y las vigas que volaron”.

Kramatorsk, una ciudad de 150.000 habitantes, es la última gran área urbana bajo control ucraniano en el este del país y está a unos treinta kilómetros del frente.

Ruslan, un chef de 32 años, confirma que había “bastantes personas” en el momento del impacto.

“Llegué, estaba de pie y me enterró”, dice. “Tuve suerte”, asegura señalando al cielo

En el exterior Natalia dice que su hermanastro, Nikita, de 23 años, todavía está adentro.

“No consiguen sacarlo [de los escombros], está cubierto. Las baldosas cayeron sobre él”, dice llorando.

– “Escucharon un avión” –

Cerca del restaurante, algunos edificios de apartamentos también fueron alcanzados y tienen las ventanas rotas.

Un soldado ucraniano de 19 años con el nombre de guerra “Fantasma” estaba cerca cuando tuvo lugar el ataque. Sus manos todavía están cubiertas de polvo.

“Los muchachos me dijeron que escucharon un avión volando. Hubo un silbido y luego una explosión”, dice a la AFP.

El soldado entró luego en el restaurante para ayudar. “Había una niña atrapada, estaba herida. Todavía no la han sacado”, dice.

Kramatorsk, situada al oeste de Bajmut, una ciudad devastada que fue escenario de la batalla más larga y sangrienta de la guerra, ha sido blanco de bombardeos rusos en varias ocasiones.

El más mortífero fue el de la estación de tren, que fue atacada en abril de 2022, pocas semanas después del inicio de la invasión rusa y justo cuando una multitud de civiles intentaba abandonar la ciudad.

El ataque dejó 61 muertos y más de 160 heridos de los aproximadamente 4.000 civiles en el lugar, una tragedia que traumatizó a la población.

Rusia negó cualquier participación.

Kramatorsk es un importante nudo ferroviario y también alberga instalaciones militares.

Desde que las ciudades de Donetsk y Lugansk, en el este, fueron capturadas por separatistas prorrusos respaldados por Moscú en 2014 ejerce de capital de facto de la región.

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© Agence France-Presse