Los guatemaltecos comenzaron a votar este domingo para elegir un nuevo presidente sin grandes ilusiones de superar la pobreza, violencia y corrupción, tras una campaña marcada por la exclusión de candidatos y persecución a la prensa.
La socialdemócrata Sandra Torres encabeza la intención de voto, seguida por el centrista Edmond Mulet, la derechista Zury Ríos y el oficialista de derecha Manuel Conde, según los últimos sondeos.
Los casi 3.500 centros de votación abrieron a las 07H00 locales (13H00 GMT), como estaba previsto, y recibirán durante 13 horas los sufragios de unos 9,4 millones de ciudadanos habilitados. Los primeros resultados oficiales se conocerán hacia las 21h00 locales (03h00 GMT del lunes).
“Nosotros madrugamos para votar. Votamos con gusto y después los presidentes son la misma cosa”, declaró a la AFP María Chajón, de 53 años, una de las primeras votantes en el municipio de San Juan Sacatepéquez, situado a unos 20 km al oeste con la capital y habitado mayoritariamente por indígenas.
Según medios locales, el primer ciudadano en votar fue un inmigrante guatemalteco en el estado de Virginia, en el este de EEUU, donde la votación comenzó dos horas antes que en Guatemala. Hay centros de sufragio en 15 ciudades de Estados Unidos, donde viven 2,8 millones de guatemaltecos, aunque solo 90.000 están registrados para votar.
“Ahora Guatemala va a tener mamá gobierno”, afirma Torres, exesposa del difunto mandatario Álvaro Colom (2008-2012), mientras Mulet, exfuncionario de la ONU, promete sacar al Ejército a las calles de forma “temporal” para combatir la delincuencia.
Hay 22 candidatos presidenciales en liza, algo usual en Guatemala. Si ninguno obtiene mayoría absoluta, habría un balotaje el 20 de agosto. El voto es voluntario y está prohibida la reelección.
El presidente derechista Alejandro Giammattei llega al fin de su mandato de cuatro años con 76% de desaprobación, según las encuestas.
Además, en estos comicios serán elegidos 160 diputados, 340 alcaldes y 20 representantes al Parlamento Centroamericano.
“Yo creo que la votación es muy importante porque el granito que puede dar uno es un gran avance para el pueblo. Nosotros queremos mejoras, no queremos empeorar más”, dijo a la AFP Darlyn Jiménez, una vendedora de celulares de 22 años en la capital.
Ninguno de los principales candidatos promueve legalizar los matrimonios del mismo sexo ni el aborto, que solo está permitido si hay riesgo de vida para la madre, tras una campaña con todo tipo de promesas y frecuentes invocaciones a Dios.
– Persecución a fiscales y periodistas –
El sistema democrático navega por aguas turbulentas en Guatemala, con control del gobierno sobre el Poder judicial, procesos a periodistas, exclusión de candidatos y persecución a fiscales que combatieron la corrupción.
Hace dos semanas, el dueño de un diario crítico del gobierno, José Rubén Zamora, fue condenado a seis años de prisión por lavado de dinero, en un juicio denunciado como abusivo por la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP). Su rotativo, fundado en 1996, dejó de publicarse el 15 de mayo.
La Asociación de Periodistas de Guatemala documentó 117 casos de violaciones a la libertad de prensa en 2022, entre las que destacan acoso judicial, limitaciones para coberturas y casos de exilio.
Estados Unidos, la Unión Europea, agencias de la ONU y organizaciones de derechos humanos han denunciado la persecución a periodistas y fiscales.
Además, las autoridades electorales y judiciales excluyeron de la contienda presidencial a dos aspirantes con opciones: al empresario derechista Carlos Pineda y a la indígena de izquierda Thelma Cabrera.
Esto ha provocado desconfianza y desinterés por los comicios, lo que explicaría el récord de 13,5% de ciudadanos que pretenden votar anulado. En la primera vuelta de 2019 los sufragios nulos fueron 4,1%.
“No hay opciones para mejorar el país, son los mismos de siempre. La ley me permite votar nulo y es lo que voy hacer”, dijo a la AFP el abogado Manuel Morales, de 58 años, mientras esperaba en la fila para sufragar en un centro de votación en la periferia sur de la capital.
Para analistas y oenegés, Guatemala vive un retroceso al autoritarismo por presión de poderosos sectores políticos y empresariales.
A pesar de los cuestionamientos, Giammattei afirmó el viernes que Guatemala tiene “una democracia sólida”.
– Pobreza e inseguridad –
La pobreza y la violencia impulsan a miles de guatemaltecos a emigrar a Estados Unidos cada año.
Con 71,1% de informalidad laboral, Guatemala es uno de los países más desiguales de América Latina, según el Banco Mundial.
Unos 10,3 millones de sus 17,6 millones de habitantes viven en la pobreza y la mitad de los niños de menos de cinco años sufre desnutrición crónica, de acuerdo a la ONU.
Otro problema agobiante es la inseguridad, pues la tasa de homicidios de Guatemala triplica el promedio mundial, según la ONU.