El índice de precios al consumo en Japón aumentó un 3,2% interanual en mayo, algo por debajo del 3,2% registrado el mes anterior, según los datos del gobierno publicados el viernes.
El índice, que excluye los precios volátiles de la comida fresca, superó el 3,1% previsto por los analistas consultados por Bloomberg.
La comida procesada, los bienes duraderos, los teléfonos móviles y las tarifas de hotel contribuyeron a la inflación, contenida por la caída de los precios de la electricidad y el gas, según el Ministerio del Interior.
La inflación en Japón se ha mantenido inferior a la de otros países desarrollados, cuyos bancos centrales optaron por aumentar los tipos de interés.
De su parte, el Banco de Japón, aunque el incremento de precios supera su objetivo del 2% desde hace más de un año, apostó por mantener su política monetaria ultraflexible.