Fráncfort, Alemania. La autoridad antimonopolio de Alemania trata de impedir la puesta en marcha por parte de Google de su oferta de infoentretenimiento en vehículos, incluido el servicio de navegación Google Maps, por considerar que pone en riesgo la competencia en un mercado futuro.
“Un cierto número de prácticas de Google en materia de concesión de licencias de servicios para el sistema de infoentretenimiento en los vehículos- ofreciendo a la vez contenidos informativos y de entretenimiento- no es compatibles con las nuevas reglas” de competencia, declaró el presidente del organismo, Andreas Mundt, el miércoles en un comunicado.
La oficina federal envió una primera evaluación jurídica del expediente a Alphabet, empresa matriz del famoso buscador, antes de tomar posibles medidas coercitivas.
Mundt especificó que el regulador es “particularmente crítico” con que Google proponga únicamente servicios agrupados de infoentretenimiento, por reducir las posibilidades de que la competencia venda servicios que concurran individualmente con el gigante de internet.
Bajo la etiqueta “Google Automotive Services”, la compañía de Mountain View propone a los fabricantes automovilísticos combinar en los vehículos el programa Google Maps, una versión de su App Store Google Play y el asistente lingüístico Google Assistant.
La reagrupación de estos servicios podría constituir una “amenaza seria para la competencia”, ya que Google podría usarlo para extender su posición de fuerza en mercados “aún no conquistados” en el sector de los vehículos autónomos y conectados, según la autoridad alemana.
Google podrá hacer sus alegaciones próximamente, indicó la Oficina, que desde junio de 2022 investiga las restricciones impuestas por Google para combinar Google Maps con los servicios cartográficos de terceros, empleados en particular por empresas de logística.
El ecosistema de Google se encuentra en el punto de mira de los reguladores de la competencia alemanes desde principios de 2022, en virtud de una nueva legislación de 2021 que extiende los poderes del organismo para vigilar a los pesos pesados tecnológicos.
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