Londres, Reino Unido. Los diputados británicos deben aprobar el lunes el informe según el cual el ex primer ministro Boris Johnson mintió deliberadamente sobre las fiestas ilegales celebradas durante los confinamientos, esperando pasar página de un escándalo muy dañino para el Partido Conservador.
El debate tiene lugar el día en que el exlíder conservador cumple 59 años y podría desembocar en una sanción disciplinaria sin, no obstante, muchas consecuencias.
Junto a los diputados opositores, numerosos legisladores de su propio partido esperan cortar así los lazos con el controvertido político de la indisciplinada cabellera rubia.
Pero sus defensores pronostican que Johnson volverá pese a todo a la contienda electoral aprovechando la pérdida de popularidad de su sucesor -antaño mano derecha y ahora rival político- Rishi Sunak, que prometió devolver la integridad al gobierno pero se encuentra sumido en una histórica crisis por el alza del costo de la vida que no logra atajar.
Aunque reavivió las divisiones entre los conservadores, el informe debería ser aprobado al térmido del debate, dado que el ex primer ministro pidió a sus partidarios que se abstuvieran en lugar de oponerse.
En el inicio del debate, la ministra de relaciones con el Parlamento, Penny Mordaunt, afirmó que votaría por aprobar las conclusiones y recomendaciones del informe, pero no dio instrucción de hacer lo mismo a los otros miembros de la formación gubernamental.
“Todos los diputados deben decidir por sí mismos”, afirmó.
Sunak no asistió a la sesión, lo que le valió duras críticas de la oposición. Pero la ex primera ministra Theresa May anunció que votaría contra Johnson e instó a todos a hacer lo mismo para “ayudar a restaurar la confianza en nuestra democracia parlamentaria”.
– “Socavar el proceso parlamentario” –
Tras destacarse como uno de los artífices del Brexit a partir del referéndum de 2016, Johnson obtuvo en diciembre de 2019 la mayor victoria electoral del Partido Conservador en décadas.
Sin embargo, dos años y medio y numerosos escándalos después se vio obligado por su propia formación a dimitir como primer ministro el pasado julio.
El Parlamento encargó a una comisión investigar si había mentido deliberadamente a los diputados cuando afirmó que siempre se respetaron en sus oficinas las reglas anticovid impuestas por él mismo durante los confinamientos de 2020 y 2021.
El resultado fue demoledor. Su informe determinó que Johnson cometió un “desacato reiterado” al Parlamento e intentó “socavar el proceso parlamentario”. “No hay precedentes de haber hallado que un primer ministro engañó deliberadamente a la cámara”, subrayó.
Antes de que sus conclusiones se hiciesen públicas, Johnson renunció a su escaño de diputado el 9 de junio, denunciando un montaje político de sus detractores.
Al dimitir de forma preventiva, frustró la recomendación de la comisión parlamentaria de suspenderlo durante 90 días, lo que le habría abocado a una humillante pugna electoral para intentar una improbable reelección en su circunscripción.
Así, la comisión sólo pudo recomendar a los diputados que le retiren el pase parlamentario, un privilegio simbólico ofrecido a los exlegisladores.
– Regreso a la política –
Sunak y su gobierno esperaban pasar así página de este escándalo, apodado “partygate”.
Pero sus esfuerzos se vieron socavados el domingo por la filtración a los medios de un nuevo vídeo en que se ve a responsables del Partido Conservador bailando en una fiesta en diciembre de 2020 en pleno confinamiento contra el coronavirus.
Son imágenes “terribles” e “indefendibles”, reconoció a la BBC Michael Gove, uno de los principales ministros de Sunak.
Sin embargo, Jacob Rees-Mogg, uno de los diputados que defiende a Johnson, predijo, entre otros, que el ex primer ministro puede volver a la pugna electoral en las legislativas previstas dentro de año y medio.
De momento, el controvertido conservador, que está a punto de ser padre por octava vez, volvió al periodismo, su profesión antes de dedicarse a la política.
Fichó por el diario sensacionalista Daily Mail para escribir una columna semanal.
Según la web estadounidense Politico ganará por ella varios cientos de miles de dólares anuales, que se sumarán a los millones que ya ha ingresado dando conferencias desde que dejó el poder.
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