La fiscalía de la ciudad francesa de Rennes pidió imponer una multa de 165.000 euros a la empresa ISB France por sospechas de “incumplimiento de sus obligaciones” al importar madera de Brasil.
El valor de la multa corresponde al “precio de compra de 180.375 dólares” de cuatro lotes de tablas de ipe cortadas en el estado amazónico de Pará (norte de Brasil) entre diciembre de 2016 y julio de 2017, según la fiscalía.
El fabricante de revestimientos de madera ISB France fue juzgado ante el tribunal penal por “poner en el mercado (…) productos de madera que no se ajustan al sistema de diligencia debida”.
La investigación se abrió tras una denuncia presentada en noviembre de 2019 por Greenpeace, junto a la fundación France Nature Environment y la asociación Canopée.
El sistema de diligencia debida, implantado por el Reglamento de la Madera de la Unión Europea de 2013, obliga a las empresas que importan madera a evaluar y reducir el riesgo de vender productos de origen ilegal.
La investigación reprocha a ISB Francia “incoherencias cronológicas” entre las fechas de control y partida de la mercadería, señaló un inspector de la Oficina Francesa de Biodiversidad.
La fecha en que uno de los lotes de tablas fue cargado al barco es más reciente que la que figura en la factura.
“Que hayamos entregado un documento a posteriori no significa que no estuviera en nuestro sistema de archivo”, se defendió Marc Meunier, presidente de la empresa.
A su vez, el abogado de la compañía, William Pineau, pidió su absolución al señalar que “esa cantidad de madera representa el 0,06% de los negocios anuales de ISB France”, por lo que no tiene sentido defraudar con un tipo de madera que no es su especialidad.
El tribunal se pronunciará sobre el caso el 11 de septiembre.