El riesgo de guerra civil en Haití, azotado por una creciente violencia de las bandas, es muy alto sin la intervención de una fuerza internacional que ayude a la policía, observe el viernes un ministro haitiano ante la ONU.
“El gobierno ha solicitado ayuda internacional en forma de una fuerza armada robusta y con un mandato claro para apoyar a la policía nacional de Haití”, declaró Ricard Pierre, ministro de Planificación y Cooperación Externa, en una conferencia sobre la dramática situación humanitaria en el país caribeño.
“Lo cierto es que si no se atiende esta petición en un plazo razonable, el riesgo de guerra civil es casi seguro”, estimó.
La ONU sigue expresando su alarma por la extensión de la violencia de las bandas, con un aumento de asesinatos, secuestros y la violencia sexual, sin olvidar la presencia de francotiradores en los tejados.
Y ante la escasa presencia policial, algunos residentes han empezado a tomar su seguridad en sus propias manos. En abril, por ejemplo, un grupo de civiles se apoderó de varios miembros de bandas detenidos por la policía, los golpeó hasta la muerte y quemó sus cadáveres en la calle.
Pero más de seis meses después de la petición de ayuda del primer ministro Ariel Henry, retomada por el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, ningún país se presentó como voluntario para encabezar una fuerza internacional en Haití.
La reunión del viernes en la ONU estaba centrada principalmente en la situación humanitaria y alimentaria en Haití, donde cerca de la mitad de sus 11 millones de habitantes no tiene suficiente para comer.
En abril, la ONU hizo un llamado a donar 719 millones de dólares para Haití, cerca del doble del año anterior. Sin embargo, solamente el 20% ha sido financiado de momento, según Naciones Unidas.