El jefe de la diplomacia de Estados Unidos, Antony Blinken, afirmó este viernes que su próxima visita a China tiene como objetivo “evitar errores de cálculo” y favorecer el entendimiento con Pekín.
El objetivo del viaje es “abrir líneas directas de comunicación para que nuestros dos países puedan gestionar nuestra relación de manera responsable, lo que incluye abordar algunos problemas y percepciones erróneas y evitar errores de cálculo”, afirmó Blinken en rueda de prensa conjunta con su homólogo de Singapur, Vivian Balakrishnan.
El secretario de Estado partirá de Washington por la noche rumbo a Pekín para reuniones con altos cargos chinos.
Durante este viaje también tiene la intención de “promover los intereses y valores de Estados Unidos”, incluso transmitiendo directamente las “preocupaciones” sobre varios temas.
“En tercer lugar se trata de explorar el potencial de cooperación” con Pekín para afrontar retos globales como el cambio climático o la lucha contra las drogas sintéticas, sugirió.
“La competencia intensa requiere una diplomacia sostenida para garantizar que no se convierta en confrontación o conflicto”, agregó Blinken, convencido de que “el mundo espera que Estados Unidos y China cooperen”.
La detención de ciudadanos estadounidenses en China será otro de los temas de las reuniones, declarado a un periodista.
El viernes en Pekín, el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, Wang Wenbin, afirmó que Estados Unidos necesita trabajar junto con China para mejorar las relaciones, informó Xinhua.
“Estados Unidos considera a China como su ‘principal rival’ y ‘el desafío geopolítico más trascendental’. Se trata de un grave error de apreciación estratégica”, declaró Wang en una rueda de prensa.
Subrayó que las exigencias estadounidenses no deben privar a China de su legítimo derecho al desarrollo: “Esto no es ‘competencia responsable’, sino intimidación irresponsable. Sólo empujará a los dos países a la confrontación y creará un mundo dividido”.
Blinken será el funcionario estadounidense de mayor rango en visitar China desde 2018. El viaje estaba previsto en febrero, pero se canceló debido a que Washington consideró que un globo chino que sobrevoló el territorio estadounidense entonces realizó labores de espionaje.