Enerhodar, Ucrania. El jefe de Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) estimó este jueves tras una visita a la central nuclear ucraniana de Zaporiyia que su situación es “grave” pero que está en vías de estabilización, tras la destrucción de una represa cercana.
“Se puede observar de un lado que la situación es grave, las consecuencias están allí y son reales”, declaró Rafael Grossi a la prensa. “En forma paralela, se toman medidas para estabilizar la situación”, agregó.
Grossi dijo que la planta tenía “agua suficiente”. Su visita a la central, la más grande de Europa, tenía como objetivo determinar si estaba en peligro por la destrucción de la represa de Kajovka en el río Dniéper, cuya agua se utiliza para enfriar los seis reactores.
El martes, el jefe del OIEA ya había estimado que no había “peligro inmediato” para la central, ocupada por las fuerzas rusas desde 2022.
“Pude ver la piscina de refrigeración (…) las compuertas de riego, los canales que constituyen el sistema esencial para la refrigeración” de la central, explicó el jueves.
“Era muy importante que pudiera tener mi propia evaluación de la situación con mis expertos”, dijo Grossi, que realiza su tercera visita a la central de Zaporiyia desde el inicio del conflicto en Ucrania en febrero de 2022.
La central ha sido atacada varias veces por bombardeos de los que Rusia y Ucrania se acusan mutuamente y quedó cortada varias veces de la red eléctrica, lo que genera preocupación sobre su seguridad.
El OIEA tiene un equipo de expertos instalado de manera permanente en la central.
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