La Corte Suprema de Estados Unidos dictaminó que una fotógrafa no recibió un pago justo por la publicación de una copia de una obra de Andy Warhol con una fotografía de la difunta estrella musical Prince, en un caso con implicaciones para la ley de derechos de autor y el mundo del arte.
El tribunal dictaminó que la fotógrafa de celebridades Lynn Goldsmith debería haber cobrado un arancel cuando la Fundación Andy Warhol obtuvo la licencia de “Orange Prince”, una serigrafía del guitarrista estadounidense Prince, para uso del grupo editor de la revista de modas Vanity Fair, Conde Nast.
“Las obras originales de Goldsmith, como las de otros fotógrafos, tienen derecho a la protección de los derechos de autor, incluso contra artistas famosos”, escribió la jueza Sonia Sotomayor al fundamentar la opinión mayoritaria.
La Corte Suprema falló a favor de Goldsmith por 7 votos contra 2.
No hubo juzgamiento contra el propio Warhol, quien murió en 1987.
A Goldsmith se le pagó única vez 400 dólares en 1984 cuando Vanity Fair le encargó al artista fallecido que creara una imagen teñida de púrpura basada en una de sus fotos de Prince.
Pero después de la muerte de Prince en 2016, la fundación de Warhol autorizó el uso de otra imagen del músico, el “Príncipe naranja”, que había hecho a partir de la misma foto de Goldsmith para la editorial Conde Nast.
La Fundación recibió 10.250 dólares por licenciar la imagen a Conde Nast, pero Goldsmith no obtuvo nada por ese acuerdo.
Así, la fotógrafa planteó una demanda, alegando que se infringieron sus derechos de autor sobre la foto original.
En la audiencia sobre el caso en octubre de 2022, la Fundación argumentó ante el tribunal que el trabajo de Warhol era “transformador”, una pieza original infundida con un nuevo significado o mensaje.
Eso, dijo la Fundación, estaba permitido bajo lo que se conoce como la doctrina del “uso justo” en la ley sobre derechos de autor.
Lisa Blatt, abogada de Goldsmith, no estuvo de acuerdo y argumentó que el pago inicial de la fotografía reconocía sus derechos.
“Warhol obtuvo la imagen en 1984 porque a la señorita Goldsmith se le pagó y se le dio crédito” de autoría, fundamentó Blatt.
Ella dijo que fallar en contra de Goldsmith “diezmaría” el arte de la fotografía al matar el incentivo del fotógrafo para crear.
La Fundación, justificó eso alegando que “Warhol es un genio creativo que imbuyó el arte de otras personas con su propio estilo distintivo”.
Pero para Blatt, si el tribunal aceptaba esto “los derechos de autor estarán a merced de los imitadores”.