La Corte Suprema de Estados Unidos otorgó una victoria a Twitter, Facebook y Google el jueves al sentenciar que las víctimas de ataques “terroristas” no pueden responsabilizar a las redes sociales por publicar mensajes de apoyo al grupo Estado Islámico (EI).
Fundamentalmente, los casos que apuntaron contra YouTube, propiedad de Google, y Twitter, fueron considerados como posibles desafíos a las protecciones legales que desde hace décadas tienen las empresas tecnológicas.
Pero en su decisión, el tribunal eludió entrar en debate e indicó que estos casos no eran aptos para abordar bajo la disposición legal conocida como Sección 230, que otorga a las plataformas de Internet inmunidad legal frente a cualquier contenido que provenga de un tercero.
Los jueces indicaron que quedan fuera del alcance de la ley porque las plataformas en ningún caso “ayudaron e instigaron” los ataques terroristas del EI al albergar publicaciones de apoyo al grupo extremista.
“El hecho de que algunos actores malvados se hayan aprovechado de estas plataformas no es suficiente para afirmar que los acusados prestaron asistencia sustancial a sabiendas y, por lo tanto, ayudaron e instigaron los actos de esos malhechores”, dijo el tribunal.
A la Sección 230, que se convirtió en ley en 1996, se le atribuye permitir la expansión sin restricciones de Internet, pero cada vez más se considera que contribuye a causar algunos de los efectos nocivos de las redes sociales.
Sin ella, los sitios web estarían potencialmente abiertos a demandas por el contenido publicado por los usuarios, lo que haría que las discusiones espontáneas que se ven en las redes sociales estuvieran sujetas a una moderación mucho más estricta.
El Congreso estadounidense, con posturas divididas, no ha actualizado las reglas, y muchos estados están aprobando sus propias leyes para hacer que las plataformas como Facebook, Instagram y TikTok sean más responsables del contenido.
“Ya es suficiente… El Congreso debe intervenir, reformar la Sección 230 y eliminar la inmunidad general de responsabilidad de las plataformas”, dijo el senador demócrata Dick Durbin después del fallo.
“Reclamo poco plausible”
Los magistrados de la Corte Suprema eludieron el debate al decir que, en todo caso, las acusaciones contra YouTube y Twitter no equivalían a una infracción y, por lo tanto, la discusión sobre el artículo 230 no era pertinente.
“Declinamos abordar la aplicación de la Sección 230 que parece presentar un reclamo poco plausible, si es que presenta alguno”, señalaron.
Los jueces tampoco dieron ninguna indicación sobre cómo podrían abordar el tema de la inmunidad en el futuro.
Google celebró el resultado.
“Innumerables empresas, académicos, creadores de contenido y organizaciones de la sociedad civil que se unieron a nosotros en este caso se sentirán tranquilos con este resultado”, dijo Halimah DeLaine Prado, asesora general de Google.
Una asociación que representa a las empresas tecnológicas estadounidenses dijo que la decisión era una buena noticia.
“La Corte reconoció correctamente la postura delicada de estos casos y se negó a reescribir un principio clave de la ley de Internet de Estados Unidos, preservando la libertad de expresión en línea y una economía digital próspera”, dijo Matt Schruers, director de la Asociación de la Industria de Computación y Comunicaciones.
Dos casos distintos
En términos concretos, esta vez el Tribunal se pronunció sobre dos casos separados.
En el primero, los padres de una joven estadounidense muerta en los atentados de noviembre de 2015 en París habían presentado una denuncia contra Google, a la que acusaban de haber apoyado el crecimiento de EI al sugerir sus videos a algunos usuarios.
En el segundo, los familiares de una víctima de un atentado en una discoteca de Estambul el 1 de enero de 2017 pensaron que Facebook, Twitter y Google pudieron ser considerados “cómplices” del atentado, porque aprovecharon que sus esfuerzos por eliminar contenido del grupo EI no habían sido suficientemente “vigorosos”.
La Corte Suprema se niega a escuchar la gran mayoría de los casos que se le presentan, y los expertos consideraron que al optar por decidir sobre este, podría haber una voluntad de modificar la ley histórica.
Sin embargo, ya en las audiencias de febrero los jueces expresaron dudas de que el caso fuera apto para comenzar un debate sobre la reelaboración de la Sección 230.