El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, que aboga desde hace meses por enviar una internacional a Haití para hacer frente a la violencia de las pandillas, lamentó el lunes la “reticencia” de los países occidentales a liderar una intervención de este tipo .
“En efecto, hay reticencia de los países que tienen mayor capacidad para llevar a cabo este tipo de operaciones, yo diría de intervención, porque se trata más de una operación policial”, respondió Guterres en una conferencia de prensa en Kingston junto con el primer Ministro de Jamaica, Andrew Holness.
El jefe de la ONU fue consultado por la prensa local sobre la supuesta ausencia de “esfuerzos significativos de países como Estados Unidos, Canadá, Francia, para colaborar con los países del Caricom”, la Comunidad del Caribe. Jamaica es uno de sus 15 miembros y está a favor de la intervención en su vecino Haití.
“En mi opinión, la mejor manera de superar esta reticencia (…) es establecer un proceso político creíble”, estimó Guterres, en referencia a la organización de elecciones legislativas y presidenciales en Haití.
Las últimas elecciones en el país fueron en 2016 y está cuestionada la legitimidad del primer ministro Ariel Henry, cuya designación fue seguida, apenas dos días después, por el asesinato del presidente Jovenel Moïse en julio de 2021.
Los expertos consideran imposible celebrar elecciones en las condiciones actuales.
El lunes pasado, el Consejo de Seguridad de la ONU dijo que estaba “muy preocupado” por el deterioro de la seguridad y la situación humanitaria en Haití, pese a lo cual simplemente tomó “nota” del reiterado llamado de Guterres a enviar una fuerza armada internacional especializada, aunque no de la ONU, para ayudar a la desbordada policía a restaurar el orden.
Más de seis meses después del llamado de ayuda transmitido por Guterres, ningún gobierno se ha ofrecido para liderar tal fuerza extranjera.
El mes pasado, la nueva enviada de la ONU para Haití, la ecuatoriana María Isabel Salvador, dijo que tal vez era hora de que la ONU fuera “innovadora”, refiriéndose a una fuerza de intervención que podría estar compuesta por policías y no por soldados.
“Hago un fuerte llamado a aquellos países que están en capacidad de hacer Haití no es sólo un problema de los haitianos, es un problema de la región y en mayor medida de todos nosotros“, dijo el secretario general.