Los representantes republicanos aprobaron este jueves en la Cámara un proyecto de ley que prolonga el muro en la frontera con México y restringe el acceso al asilo, coincidiendo con el fin de la restricción fronteriza vinculada a la pandemia.
El Partido Republicano acusa a los demócratas de haber perdido el “control operativo” de la frontera, por donde afirma que entra el fentanilo, un opioide sintético hasta 50 veces más potente que la heroína.
Y cree que la situación se agravará cuando este jueves a medianoche (hora de Washington) quede inactivo el llamado Título 42, una regla invocada durante la pandemia para supuestamente frenar el covid-19, pero que en la práctica se utilizó casi 2,8 millones de veces para expulsar a migrantes al impedirles pedir asilo.
Un levantamiento que según las autoridades podría disparar el número de migrantes y provocar, en palabras del presidente demócrata Joe Biden, una situación “caótica por un tiempo”.
Aprovechando la fecha, los republicanos adoptaron en la Cámara de Representantes la llamada Ley de Seguridad de la Frontera de 2023, con pocas posibilidades de prosperar en el Senado, donde los demócratas tienen mayoría.
Biden ha adelantado que la vetará si un día llega a su escritorio.
Los republicanos “toman medidas para abordar el caos en las fronteras de nuestra nación presentando una legislación que apoyará a nuestros agentes de la patrulla fronteriza, bloqueará el flujo de fentanilo hacia nuestro país y pondrá fin a la crisis fronteriza de Biden”, afirmó el presidente de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy.
Trabas al asilo
Aprobado por 219 votos a favor y 213 en contra, el proyecto de ley prevé reanudar la construcción del muro fronterizo iniciado por el expresidente republicano Donald Trump.
Trump prometió construir un muro a lo largo de los 3.145 kilómetros (1.954 millas) de la frontera entre Estados Unidos y México y dijo que lo pagarían los mexicanos. Al final se construyeron 727 kilómetros con el dinero de los contribuyentes estadounidenses. El proyecto de ley obstaculiza el acceso a los permisos temporales humanitarios y al asilo.
Pone como condición para acceder al asilo que el migrante haya presentado la solicitud en un país de tránsito y le fuese denegada.
Además prohíbe tratar las solicitudes que no se presenten en un puerto de entrada y endurece los requisitos para pasar las llamadas entrevistas de miedo creíble, que evalúan si existe una posibilidad de que la persona sea perseguida o torturada si regresa a su país. En cualquier caso el aspirante debería pagar 50 dólares por solicitud.
Autoriza asimismo que se detenga a las familias migrantes en centros de detención hasta que un juez migratorio dirima sus casos.
En cuanto a las deportaciones, los republicanos aprueban que los migrantes puedan ser expulsados a un país que no sea el de su nacionalidad ni el último en el que hayan residido.
En el ámbito económico solicita que se cree un sistema electrónico para que las empresas verifiquen si los trabajadores tienen permiso de trabajo.
Los republicanos llevan meses en pie de guerra contra el fentanilo, principal causa de la muerte por sobredosis de 107.735 personas desde agosto de 2021 hasta agosto de 2022.
“Crueldad”
Y lo ha reflejado en el proyecto de ley, que da un plazo al gobierno para presentar un informe en el Congreso sobre qué carteles mexicanos pueden ser calificados de organización terrorista extranjera.
El congresista demócrata Jerrold Nadler afirmó que el proyecto de ley impediría incluso pedir asilo al disidente ruso Alexéi Navalni si toma un vuelo hacia Estados Unidos y su avión se ve obligado a repostar en otro país.
Su colega demócrata Verónica Escobar acusó a los republicanos de no querer “ningún tipo de inmigración” y de creer que “la crueldad es un elemento disuasorio eficaz”.
Pese a la probabilidad de que quede en letra muerta, el texto podría usarse de punto de partida para eventuales negociaciones entre partidos sobre la reforma migratoria, una asignatura pendiente desde hace décadas. La semana pasada, un grupo de senadores presentó un proyecto de ley respaldado por republicanos y demócratas moderados que vendría a prolongar el Título 42 (reformulado) durante dos años independientemente de cualquier emergencia de salud pública.