Los legisladores de Florida aprobaron este jueves una ley que prohíbe a médicos y demás personal sanitario administrar tratamientos de cambio de sexo a menores de 18 años, una iniciativa apoyada por el gobernador republicano, Ron DeSantis.
El texto, aprobado por las dos cámaras floridanas, impide que se realicen intervenciones quirúrgicas de cambio de género a menores y que se le suministren tratamientos como bloqueadores de la pubertad o terapias hormonales.
Esos métodos se utilizan para luchar contra la disforia biológica de género: la sensación de angustia que pueden sentir las personas cuya identidad de género es diferente del sexo.
El proyecto se romperá en ley en cuanto DeSantis le ponga su firma, algo que se da por hecho.
El político de 44 años, figura ascendente de la derecha estadounidense, promovió en los últimos meses una agenda muy conservadora en asuntos relacionados con la enseñanza, la inmigración o el derecho al aborto.
La mayoría republicana en ambas cámaras le brindaron su apoyo completo ante el desaliento de los demócratas, incapaces de frenar leyes que los indignan.
Durante el debate en la Cámara Baja, el congresista republicano Ralph Massullo afirmó: “No podemos decir que existe algo que no existe. No podemos cambiar de sexo”, según declaraciones recogidas por el Miami Herald.
“Y para los niños a los que se dirige este proyecto de ley, no pueden cambiar de sexo y necesitan aprender ese hecho”, añadió.
La iniciativa incluye una excepción para menores que ya estén recibiendo bloqueadores de pubertad o terapia hormonal. También endurece el acceso para los adultos al prohibir cualquier financiamiento público de esos tratamientos e impedir que se receten por citas médicas virtuales, entre otras medidas.
El voto de este jueves provocó el rechazo de asociaciones como Equality Florida, que aboga por los derechos de la comunidad LGBTQ.
Este proyecto de ley “es un asalto a la libertad médica y la libertad de los padres”, dijo Jon Harris, el director de políticas públicas de esa oenegé, en un comunicado.
“Esta cruzada responde a aspiraciones políticas, pero tiene consecuencias en el mundo real para las familias de Florida”, añadió.
Restringir tratamientos de cambio de género se ha convertido en uno de los nuevos caballos de batalla de la derecha estadounidense.
Una docena de estados controlados por los republicanos aprobaron leyes similares a la floridana en los últimos meses.