Rusia acusó a Ucrania de apuntar con drones a la residencia del presidente Vladimir Putin en el Kremlin, una acusación que Kiev negó.
Imágenes en video sin verificar que circulan en redes sociales muestran lo que parece ser una explosión sobre el techo en forma de domo de un edificio conocido como el Palacio del Senado, donde está la casa presidencial, aunque se desconoce el objetivo y el perpetrador.
Aquí algunas preguntas clave sobre el incidente:
¿Quién lo ejecutó?
Moscú culpó a Kiev de intentar asesinar a Putin en un “acto terrorista planeado y un atentado contra la vida del presidente de la Federación Rusa”.
Sin embargo, el presidente ucraniano Volodimir Zelenski negó que fuera responsable y dijo: “Combatimos en nuestro territorio, estamos defendiendo nuestras villas y ciudades”.
El portavoz de la presidencia ucraniana, Mijaylo Podolyak, sugirió que Moscú tiene la culpa.
“Informes como esos orquestados por Rusia deberían considerarse únicamente como un intento por preparar información de base para un ataque terrorista de gran escala en Ucrania”, dijo Podolyak.
El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, también arrojó dudas sobre la veracidad de la versión rusa, y dijo: “Tomaré con pinzas cualquier cosa que venga del Kremlin”.
El experto en Europa del este Sergej Sumlenny dijo creer que Rusia es responsable.
Cita factores como que el Kremlin suministró una rápida confirmación del incidente y que el video que circuló aparentemente de un circuito cerrado de televisión provino de cámaras controladas por el gobierno, lo que sería evidencia de que Rusia “quiere que lo veamos”.
¿Puede Ucrania ser responsable?
Si bien se desconoce el actor material, Ucrania tiene capacidades técnicas para ejecutar ataques a larga distancia dentro de Rusia, y ya lo ha hecho antes.
“En este punto, podría tratarse del dron UJ-22 ucraniano, o del Mugin-5 de fabricación china, que aparentemente ya ha sido usado por Ucrania anteriormente”, dijo Samuel Bendett, investigador de sistemas militares no tripulados y analista del programa de Estudios Rusos en el Centro de Análisis Naval (CNA). El modelo de dron PD-1 puede ser otra opción, agregó.
El UJ-22 “tiene un largo alcance y potencialmente puede alcanzar Moscú”, pero en este punto no es claro desde dónde fueron lanzados, dijo Bendett, quien enfatizó que todavía se desconoce mucho sobre el hecho.
Dominika Kunertova, investigadora senior en el Centro de Estudios de Seguridad de la Escuela Politécnica Federal de Zúrich (ETH) está de acuerdo con esa afirmación.
“Creo que es posible que Ucrania haya desarrollado una capacidad de drones de largo alcance con la que podría llegar a Moscú. Extender la distancia de ataque ha sido el principal objetivo de Ucrania respecto a la innovación de sistemas no tripulados”, dijo Kunertova.
Sin embargo, agregó que “una de las principales ventajas estratégicas de usar un dron para este propósito es la capacidad de negarlo”: cuanto más difícil es rastrear cualquier ataque hasta Ucrania, menor es la posibilidad de una escalada en el conflicto.
¿Qué impacto tendrá?
En términos de daño físico, es muy poco: la AFP vio a algunas personas trepando a través de las escaleras externas hacia el techo del Palacio del Senado, que lucía intacto.
La gente también estuvo deambulando por el área y no se reforzó la presencia de la policía en el lugar.
Sin embargo, un ataque del adversario en el corazón del gobierno ruso podría implicar un “impacto psicológico fuerte”, dijo Bendett.
Además, despertaría preguntas sobre la calidad de la defensa aérea rusa.
“Analistas rusos insinuaron el año pasado que (Rusia) probablemente no pueda proteger por completo al país y que hay brechas que pueden ser explotadas”, dijo Bendett, pese a que “no es claro por qué este dron no fue interceptado sobre Moscú”.