El Banco Central de Brasil (BCB) mantuvo este miércoles su tasa de interés de referencia en 13,75%, donde se ubica desde agosto de 2022, pese a las presiones del gobierno de Lula para reducir el costo del dinero e impulsar la economía.
El Comité de Política Monetaria (Copom) de la entidad dejó sin cambios la tasa Selic por sexta vez consecutiva. Basó su decisión en una inflación todavía elevada en relación a la meta, según indicó en un comunicado al finalizar su tercera reunión del año.
Indicó que “perseverará hasta consolidar no solo el proceso de desinflación sino también el anclaje de las expectativas en torno a sus metas”, de 3,25% para este año, con un techo de 4,75%.
Aunque la inflación a 12 meses cedió desde las dos cifras registradas en varios meses del año pasado hasta un 4,65% en marzo, las proyecciones del mercado han trepado las últimas semanas, hasta 6,05%, según la encuesta Focus del BCB.
En el frente externo, el Copom describió un clima “adverso” debido a una inflación “resiliente”, entre otros factores.
Sin apartarse de su política de ajuste monetario, para disgusto del presidente Luiz Inácio Lula da Silva, el Copom dejó la Selic en su máximo desde enero de 2017.
Allí se ubicó luego de que se detuviera en agosto de 2022 un ciclo de una docena de alzas consecutivas iniciado en marzo de 2021, cuando la tasa estaba en un mínimo histórico de 2% por la pandemia.
Con el nivel actual de la Selic, Brasil se ubica como el país con mayor tasa de interés real (que descuenta la inflación) en el mundo, de acuerdo con un ranking elaborado por la administradora de patrimonios Infinity Asset.
La decisión anunciada este miércoles está en línea con la expectativa del mercado, según un sondeo del diario económico Valor realizado entre más de un centenar de consultoras e instituciones financieras.
“Paciencia”
Lula ha calificado de “absurdo” el nivel de la tasa, al que atribuye complicaciones en el mercado laboral por su efecto de desaceleración sobre la economía.
La tasa de interés elevada encarece el costo de los créditos para consumidores y empresas, por lo que limita la expansión económica, a contramano de las intenciones del mandatario izquierdista.
El mercado espera un crecimiento de 1% del PIB en 2023, según la encuesta Focus, por debajo del 2,9% del año pasado.
En una velada respuesta a las presiones, que vienen incluso desde sectores industriales, el comité del BCB indicó que “la coyuntura demanda paciencia y serenidad en la conducción de la política monetaria”.
Entre los riesgos, las autoridades del BCB destacaron también “incertidumbres todavía presentes sobre el diseño final de la nueva norma fiscal” para controlar el gasto público, cuyo proyecto presentó el gobierno y está bajo análisis del Congreso.
A pesar de ser un escenario “menos probable”, el comité aseguró que “no dudará en retomar el ciclo de ajuste en caso de que el proceso de desinflación no transcurra como se espera”.
Las predicciones del mercado apuntan a que el BCB comenzará el ciclo de recortes en la tasa a partir de septiembre, y cerrará el año en 12,5%, de acuerdo con la encuesta Focus.
“Incorporamos en nuestro escenario una elevación de la meta de inflación (hasta 6% a fin de este año) y con eso nuestra previsión de que la tasa de interés comience a caer a partir de septiembre, llegando a 12,5% a fines de 2023”, dijo en un informe Claudia Moreno, economista del C6 Bank.
La inflación global ha motivado una política de ajuste monetario similar en otros países, como Estados Unidos, donde la Reserva Federal (Fed) anunció este miércoles su décima alza de tasas consecutiva, de un 0,25%, hasta 5,00%- 5,25%.
