Todos los británicos y otros pueblos de los que Carlos III es jefe de Estado serán llamados a jurar lealtad al soberano en su coronación, algo hasta ahora reservado a los representantes de la nobleza británica y que causó molestia entre los antimonárquicos.
La oficina del arzobispo de Canterbury, Justin Welby, que dirigirá la ceremonia de coronación el 6 de mayo en la abadía de Westminster, anunció el sábado que el tradicional “homenaje de los pares”, en el que una larga lista de representantes de la nobleza se arrodillaban ante el rey y juraban lealtad, será suprimida.
En su lugar, la ceremonia incluirá un “homenaje del pueblo”.
El arzobispo llamará a “todas las personas de buena voluntad en el Reino Unido de Gran Bretaña y de Irlanda del Norte, y de otros reinos y territorios, a rendir homenaje, con el corazón y la voz, a su rey incontestable, defensor de todos”.
Deberán pronunciar estas palabras: “Juro que tendré una lealtad sincera a Su Majestad, así como a sus herederos y sucesores conforme a la ley. Y que Dios me ayude”.
Los parlamentarios británicos, así como los canadienses, pues el soberano británico es su jefe de Estado, prestarán juramento de lealtad al monarca cuando entren en funciones.
El domingo, varios políticos electos interrogados en los medios británicos indicaron que pronunciarán el nuevo juramento en la ceremonia de coronación.
Sin embargo, los antimonárquicos criticaron el cambio y el movimiento Republic, que prevé manifestarse el sábado 6 de mayo, lo calificó de “ofensivo” y de gesto de “desprecio al pueblo”.
“En democracia, el jefe de Estado es el que jura lealtad al pueblo y no a la inversa”, denunció Graham Smith, portavoz del movimiento.
La introducción de este nuevo juramento es solo uno de los cambios que tendrá la ceremonia, un ritual de varios siglos de antigüedad y que el palacio quiere cambiar, especialmente para reflejar la diversidad del país.
Por primera vez, mujeres obispos participarán en la ceremonia religiosa, así como representantes de cultos no cristianos.
El rey recitará una oración en voz alta y la reina consorte Camila recibirá la unción frente al público.
Otra novedad es que se leerán textos en lenguas de otras naciones del Reino Unido.