La ex primera ministra británica Liz Truss tendrá que pagar unas 12.000 libras esterlinas (unos 15.000 dólares) por gastos en una residencia oficial del Reino Unido que ella usó mientras era ministra de Relaciones Exteriores, previo a su corto gobierno.
La factura enviada a Truss por la Oficina del Gabinete corresponde al pasado mes de agosto por artículos que desaparecieron de la mansión de Chevening, incluidas batas de baño y pantuflas. Además se incluyen gastos por comida y vino servidos en las reuniones “con su círculo más íntimo”, que “frecuentemente se convertían en fiestas”, dijo una fuente a Daily Mail.
Por su parte, un portavoz de la política insistió en que ella siempre había pagado los gastos de sus invitados en la residencia y dijo que la factura recibida contiene tanto sus gastos personales como los de “asuntos oficiales del Gobierno con funcionarios públicos” con los que se reunió ese mes “durante los preparativos de la transición”. “Esto último constituye la mayor parte de la factura”, aseguró agregando que por ello Truss pidió “que se facturen por separado”.
Otra fuente confirmó que la exjefa del Gobierno solicitó “una factura precisa” antes de pagarla.
Anteriormente, trascendió que en la residencia encontraron rastros de cocaína. Una fuente dijo a The Guardian que el estupefaciente pudo pertenecer a uno de sus partidarios que asistían a las fiestas en la mansión. No obstante, un vocero de la política desmintió esas informaciones.
Truss renunció en octubre pasado, tras tan solo 44 días como primera ministra, después de que su plan de recorte de impuestos provocara la caída de la moneda nacional, el alza del costo de la deuda pública y la subida de los tipos de interés por parte del Banco de Inglaterra.
Fuente: RT.