El ministro británico de Salud, Steve Barclay, anunció el lunes que acudió a la justicia para que declare ilegal la huelga de enfermeras prevista el 2 de mayo.
El Royal College of Nursing, el principal sindicato de la profesión, emprendió a principios de diciembre una movilización y recientemente anunció una huelga de 48 horas a partir del 30 de abril.
El sindicato la anunció tras rechazar las últimas propuestas del gobierno -una subida de sueldos del 5% y un pago excepcional de al menos 1.250 libras (1.425 euros, 1.560 dólares). Por primera vez, la huelga también afectará a los servicios de urgencias y a las unidades de cuidados intensivos y oncología.
Según el gobierno, la segunda jornada de esta huelga está prevista fuera del mandato del sindicato para organizar la acción, que expira la víspera.
“Lamento pedirle al Tribunal Supremo que declare la huelga […] prevista el 2 de mayo ilegal”, declaró en un comunicado el ministro de Salud, Steve Barclay.
Pese a los “intentos” de “resolver la situación” durante el fin de semana, “no tengo más opción que iniciar un procedimiento judicial”, añadió, afirmando que no puede dejar que se celebre una huelga “ilegal”.
En un correo enviado a los miembros del sindicato, la secretaria general del mismo, Pat Culln, prometió oponerse al “acoso” del ministro ante la justicia.
“Si el gobierno logra silenciar a miembros como ustedes y convence a la corte de que frene una parte de nuestra huelga, no tendremos más opción que acortarla”, agregó.
La responsable sindical había advertido que si no se alcanzaba un acuerdo con el Ejecutivo antes del 30 de abril, el movimiento podría alargarse hasta Navidad.
La inflación, que según las últimas cifras supera el 10% en el Reino Unido, dio lugar a movimientos de huelga en varios ramos de actividad para pedir mejores salarios, tanto en los servicios públicos como en el sector privado.