El expresidente peruano Alejandro Toledo, investigado por corrupción y lavado de dinero en el marco del megaescándalo de sobornos pagados por la constructora brasileña Odebrecht, fue recluido este domingo por la noche en un penal de Lima tras ser extraditado desde Estados Unidos.
De 77 años y diagnosticado con cáncer según sus abogados, Toledo cumplirá 18 meses de prisión preventiva a la espera de juicio, anunció el Poder Judicial tras descartar el arresto domiciliario que solicitaba el acusado.
Toledo, que llegó en un vuelo procedente de Los Ángeles bajo custodia de agentes de la Interpol, estará recluido en el penal Barbadillo, donde también están presos los exmandatarios Pedro Castillo (2021-2022) y Alberto Fujimori (1990-2000).
“El expresidente deja las instalaciones de la Corte Superior Nacional, luego de ser puesto a disposición del Instituto Penitenciario, que lo llevará al penal de Barbadillo, donde cumplirá la prisión preventiva por 18 meses”, señaló el Poder Judicial en Twitter.
El traslado al penal se hizo en helicóptero desde el cuartel policial Los Cibeles, en un vuelo nocturno de 15 minutos.
Al llegar a Lima, las autoridades le realizaron un examenmédico y compareció ante una jueza en una audiencia para verificar su identidad, donde se limitó a dar su nombre y asegurar “que pasó el examen de salud”. Lucía agotado, según las imágenes difundidas por el canal de televisión del Poder Judicial.
El exhombre fuerte de Perú, que gobernó de 2001 a 2006, se entregó a pedido de un juez la mañana del viernes en un tribunal federal en San José, California. Toledo es acusado de haber recibido millones de dólares de Odebrecht a cambio de licitaciones para obras públicas. Los fiscales piden 20 años y seis meses de cárcel.
Toledo, que siempre ha alegado inocencia, descendió del avión por sus propios medios tras ser conducido en silla de ruedas por los alguaciles que lo embarcaron rumbo a Lima. Llevaba vaqueros, una chaqueta verde y chaleco rojo.
El exmandatario había sido detenido en 2019 en Estados Unidos, donde residía tras haber trabajado en la Universidad de Stanford. Inicialmente fue encarcelado, pero en 2020 fue puesto bajo arresto domiciliario con una tobillera electrónica.
- Enfermo –
El abogado de Toledo, Roberto Su, dijo este domingo a periodistas en Lima que su defendido tiene cáncer. “Tiene muchas dolencias y un tema de cáncer”, indicó sin dar mayores precisiones.
A las afueras de la terminal aérea, una veintena de simpatizantes del exmandatario se congregó con banderolas blancas y la inscripción “acusado sin pruebas”.
Pedro Toledo, uno de los nueve hermanos del expresidente, acudió al aeropuerto en representación de la familia, donde insistió en el supuesto mal estado de salud y reclamó “un proceso justo”.
El exgobernante quedó recluido en una cárcel destinada exclusivamente a expresidentes. El penal está pegado a dos cerros áridos, y tiene una gran cancha de fútbol. Decenas de policías lo rodean y siempre hay una ambulancia estacionada.
“Estamos felices, se fue a gozar con el dinero del pueblo, ahora tiene que tener su merecido. El se robó todo, que lo metan preso, tiene que pagar eso es lo justo”, dijo a la AFP Betsy Paucca, una comerciante de 30 años que tiene una bodega frente a la cárcel presidencial.
- El megaescándalo Odebrecht –
La constructora brasileña Odebrecht reconoció el pago de coimas en Brasil y en otros países de la región en el marco del escándalo Lava Jato, por el que decenas de políticos y empresarios de América Latina están encarcelados.
Lava Jato es el caso matriz que descubrió la corrupción del gigante brasileño en su país y la región.
En el caso de Toledo han sido claves los testimonios de su antiguo colaborador Josef Maiman, y de Jorge Barata, exrepresentante de Odebrecht en Perú. Ambos afirman que el exmandatario recibió los sobornos.
Otros cuatro expresidentes peruanos enfrentan procesos judiciales por corrupción: Ollanta Humala (2011-2016), Pedro Pablo Kuczynski (2016-2018), Martín Vizcarra (2018-2020) y Pedro Castillo (2021-2022).
Perú ha sido uno de los países de la región más afectados por la corrupción del escándalo Odebrecht, que salpicó a casi todos los presidentes del siglo XXI.
El expresidente Alberto Fujimori (1990-2000) fue condenado también por corrupción, además de crímenes de lesa humanidad, y Alan García (2006-2011) se suicidó en 2019 cuando la policía estaba a punto de detenerlo bajo sospechas de vinculación con el caso Odebrecht.
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