No estaban perdidos ni escondidos, sólo eran propiedad de un vendedor de repuestos que fue acumulándolos por décadas en una iglesia abandonada y dos galpones. Ahora, a sus 82 años, decidió que es tiempo de venderlos tal como están, incluidos los edificios.
Barn find, cuyo traducción del inglés sería “hallazgo de granero”, es un concepto que se suele aplicar a describrimientos de un auto o de un lote de autos clásicos que estuvieron por algún motivo ocultos durante muchos años.
En los últimos tiempos se han dado a publicidad muchos casos. Tantos, que se ha convertido en un nuevo entretenimiento para los curiosos, pero también en un negocio millonario para coleccionistas. Han aparecido autos enterrados, escondidos debajo de una lona o abandonados en un desierto, y se ha tratado de vehículos muy antiguos pero también de clásicos de los años 80. Hay para todos los gustos.
Este es un caso similar al barn find, pero no sólo similar.
En Países Bajos comenzó una subasta gigantesca de autos clásicos que tienen un dueño, pero que no por eso no se encontraban expuestos al deterioro del paso del tiempo sin mayor cuidado. Se trata de un lote de 280 vehículos, que un hombre llamado Ad Palmen fue juntando desde hace 40 años en dos galpones y una iglesia abandonada en Dordrecht, cerca de Roterdam.
Por su actividad, de vendedor de repuestos y herramientas, tuvo acceso a comprarlos a medida que sus dueños no los reparaban, y así la lista fue creciendo con el paso del tiempo.
A sus 82 años, después de coleccionar autos que nunca usó y probablemente ya sin espacio ni muchas ganas de seguir acumulándolos, decidió que ya era tiempo de desprenderse de ellos, de modo que los puso en venta tal como se encontraban, incluyendo las tres construcciones en los que están alojados.
Modelos
La subasta la realiza Classic Car Auctions, y entre los 280 vehículos que comprenden el lote se pueden contabilizar desde un Singer convertible de 1912 y un Ford A Roadster (1927), hasta un Datsun 280 ZX (1981) y un Jaguar XJ8 (1998), pasando por clásicos, como un Lancia Fulvia coupé 1,3 (1973) y un Chevrolet Corvette C3 de 1978.
Hay otras maravillas como Lancias Aurelia y Flaminia, Alfa Romeo 2600, Ford Mustang de los años 60, Mercedes-Benz de todas las épocas, algunas Ferrari, un Rolls-Royce de 1934, y modernas van, como un Fiat Ducato de 2004 y un Mercedes Vito de 2002.
A pesar del paso del tiempo en la mayoría de los casos, y del modo en que el Sr. Palmen los había guardado, los autos en general no están deteriorados sino solamente sucios o manchados, por lo que se cree que con un poco de restauración simple quedarán en perfectas condiciones.
La subasta será online y comenzó este 19 de mayo, aunque hay tiempo hasta el 7 de junio para presentar ofertas, ya sea por cada auto por separado como por el lote completo y las propiedades.
Fuente: INFOBAE