Más de 155.000 empleados públicos en Canadá inician este miércoles una huelga para exigir aumentos salariales frente a la inflación, y se esperan interrupciones en los servicios federales de impuestos, inmigración y pasaportes, anunció su sindicato.
Después de meses de negociaciones con el gobierno del primer ministro Justin Trudeau, la Alianza de la Función Pública de Canadá (AFPC) dijo que no había logrado llegar a un acuerdo sobre los incrementos del costo de vida.
Según el sindicato, se espera que casi un tercio de los servidores públicos canadienses formen piquetes en más de 250 lugares.
Canadá tuvo por última vez una huelga así en 1991.
“Estamos en el comienzo de una huelga histórica (para alcanzar) un acuerdo que tenga en cuenta el costo de vida”, dijo a periodistas Chris Aylward, presidente de AFPC.
Entre otras demandas, los empleados del gobierno buscan un aumento salarial del 13,5% durante tres años, o un 4,5% anual para mantenerse al día con la inflación.
El gobierno ha respondido ofreciendo un 9% repartido en tres años.
La tasa de inflación de Canadá se desaceleró al 4,3% interanual en marzo después de alcanzar un máximo de más del 8% en junio.
El sindicato también quiere más flexibilidad para el teletrabajo. Después de que se revirtieran las restricciones por la pandemia, se esperaba que los empleados públicos que habían trabajado de forma remota regresaran a sus oficinas dos o tres días a la semana antes del 31 de marzo.
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