Rusia adoptó este viernes una nueva estrategia de política exterior que considera a Estados Unidos y Occidente como “amenazas existenciales” para Moscú, en un contexto de extremas tensiones vinculadas al conflicto en Ucrania.
“La naturaleza existencial de las amenazas a la seguridad y desarrollo de nuestro país impulsadas por acciones de países inamistosos es reconocida” en la nueva política, dijo el ministro de Relaciones Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, que agregó que Estados Unidos y sus aliados llevan adelante una “guerra híbrida” contra Moscú.
La nueva estrategia de política exterior de Rusia se basa en el principio de que “las medidas antirrusas adoptadas por parte de los países hostiles serán combatidas constantemente, con severidad si es necesario”, añadió.
La adopción de esta nueva estrategia de política exterior ratifica la profunda ruptura que existe entre Moscú y los países occidentales desde el lanzamiento de la ofensiva rusa contra Ucrania.
Este conflicto ha provocado una grave crisis diplomática que recuerda la época de la guerra fría.
Washington y sus aliados han impuesto severas sanciones económicas contra Moscú, que a su vez les acusa de librarle una guerra a distancia en Ucrania, en particular entregando armas a Kiev.
Aislada en Occidente, Rusia busca acercarse económica y diplomáticamente a Asia, especialmente a China.