Estados Unidos defendió este jueves la visita “no oficial” de la presidenta de Taiwán a Nueva York, ante las amenazas de represalia de China.
Washington “juega con fuego” al recibir a la presidenta Tsai Ing-wen en lo que es oficialmente una simple escala de tránsito en su viaje hacia Centroamérica, advirtió Pekín.
Pero para Daniel Kritenbrink, máximo responsable de la diplomacia estadounidense para Asia Oriental, “no hay absolutamente ninguna razón para que China reaccione de forma exagerada ante esta práctica rutinaria”.
“Los intentos unilaterales de cambiar el statu quo no presionarán al gobierno de Estados Unidos para que modifique nuestra práctica de larga data de facilitar los tránsitos a través de Estados Unidos”, declaró el funcionario a periodistas en Washington.
Se espera que Tsai Ing-wen se reúna con el presidente de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Kevin McCarthy, durante su viaje de regreso, en California.
La dirigente taiwanesa viaja a Centroamérica para reforzar los lazos que mantiene la isla con sus aliados. Se encuentra desde el miércoles en Nueva York y saldrá el viernes por la mañana hacia Guatemala y Belice.
Durante un banquete en Nueva York el miércoles, Tsai afirmó que “Taiwán mostró a la comunidad internacional que, pese a las amenazas y el acoso, no cederemos y no nos provocarán”.
“Hemos demostrado nuestra voluntad firme y nuestra determinación a defendernos”.
Resaltó.
Por su parte, Pekín advirtió que tomará “medidas firmes para responder” en caso de que la presidenta Tsai se reúna con McCarthy.
“Instamos a Estados Unidos a no seguir jugando con fuego en la cuestión de Taiwán (…) Los que juegan con fuego morirán por el fuego. No es una amenaza”, afirmó en Washington Xu Xueyuan, encargada de negocios en la embajada China.
Según la Casa Blanca, Pekín debería abstenerse de toda reacción “agresiva” porque “la relación de larga data no oficial con Taiwán y la política de Estados Unidos de ‘una sola China’ permanecen sin cambios”.
Pekín considera a la isla como parte de su territorio y no descarta el uso de la fuerza para retomarla. De acuerdo con el principio de “una sola China”, ningún país debe mantener al tiempo lazos con Pekín y Taipéi.
Sin embargo, aunque Washington reconoció diplomáticamente a Pekín en 1979, sigue siendo el más poderoso aliado de Taiwán y su principal proveedor de armas.