Tras una primera edición en 2021, Joe Biden, que prometió restaurar el liderazgo estadounidense tras la era Trump, acoge una nueva Cumbre por la Democracia, ahora con el telón de fondo de la ofensiva rusa en Ucrania y los temores por el ascenso de China.
Para esta segunda edición, que será en gran parte virtual y tendrá una duración de tres días, el presidente estadounidense ha invitado a 121 líderes mundiales, ocho más que hace dos años.
Y para evitar cualquier señalamiento de egocentrismo de Estados Unidos, Biden eligió como coanfitriones a los líderes de Zambia, Costa Rica, Corea del Sur y Países Bajos.
La cumbre se produce en un contexto de creciente autoritarismo en todo el mundo y amenazas a la democracia, incluso en Estados Unidos con el asalto al Capitolio el 6 de enero de 2021 durante el mandato de Donald Trump.
“Lo que antes se percibía como una amenaza importante, pero más o menos a largo plazo, ahora ha adquirido un carácter muy importante y de extrema urgencia”, señaló Marti Flacks, del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales, un grupo de reflexión en Washington.
Las sesiones incluirán a representantes de la sociedad civil para discutir sobre una variedad de desafíos para la democracia, incluso en el campo tecnológico, en un momento en que los países occidentales acusan a la red TikTok de servir como una herramienta de espionaje de Pekín.
– Evitar a líderes autoritarios –
La cumbre comenzará con una conversación virtual sobre la paz en Ucrania con el presidente Volodomir Zelenski, quien en la primera edición no era el líder en tiempos de guerra en que se convirtió tras la invasión rusa lanzada en febrero de 2022.
Pese a que Biden ha mantenido su compromiso con la defensa de la democracia y ha renovado las alianzas de Estados Unidos, ha decepcionado a muchos activistas al acercarse a líderes acusados de excesos autoritarios y con cuestionados antecedentes en materia de derechos humanos.
El año pasado, Biden viajó a Arabia Saudita, reconociendo el papel del reino en los mercados petroleros, y a Egipto, para asistir a la cumbre del clima COP27. También reavivó los lazos de trabajo con el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan.
Ninguno de esos tres países está invitado esta vez a la cumbre, una crítica implícita especialmente hacia Erdogan, que se juega la reelección el 14 de mayo tras dos décadas en el poder.
Excepcionalmente, entre los estados de la Unión Europea, Biden no invitó a Hungría, cuyo primer ministro Viktor Orban ganó un cuarto mandato el año pasado y ha sido acusado de desviarse de los valores liberales al tomar medidas drásticas contra la prensa, denunciar a los refugiados no europeos y hablar en favor de Moscú.
Tampoco invitó a Singapur, cuyas elecciones generalmente se consideran libres pero el país limita la libertad de reunión y regula a los medios; ni a Bangladesh, donde cientos han sido arrestados en virtud de la Ley de Seguridad Digital.
– Honduras, invitado por primera vez –
El Departamento de Estado se negó a discutir los criterios de invitación.
Sin embargo, un portavoz de la cartera indicó que el objetivo de Washington para la cumbre “es ser inclusivos y que haya una lista representativa y diversa de países a nivel regional y socioeconómico”. “No estamos buscando definir qué países son y qué no son democracias”, afimó.
En América Latina, Biden invitó por primera vez a Honduras, que recibió elogios por una mejor conducción de las autoridades en las elecciones de 2021, a pesar de la persistente violencia y su reciente ruptura con Taiwán para tener relaciones diplomáticas con China.
India, anunciada como la democracia más grande del mundo, está en la lista de asistentes días después de que el líder opositor Rahul Gandhi fuera expulsado del Parlamento, la última medida del primer ministro Narendra Modi que ha alarmado a los grupos de derechos humanos.
Su vecino y archirrival Pakistán, donde Imran Khan fue destituido el año pasado como primer ministro y luego inculpado, también está entre los invitados.
Y en momentos en que Estados Unidos se enfoca en África, donde China y Rusia han estado haciendo avances, fueron invitados cinco países africanos que habían estado ausentes en 2021: Tanzania, Costa de Marfil, Gambia, Mauritania y Mozambique.
sct/st/mlm/yow/atm/ad
© Agence France-Presse