El parlamento de Uganda aprobó el martes una ley que prevé duras penas para las personas que mantengan relaciones homosexuales.
“Gana el sí”, anunció la presidenta de la Cámara, Annet Anita Among, tras el voto final, subrayando que “la ley fue adoptada en un tiempo récord”.
Los diputados enmendaron considerablemente el texto inicial, que preveía condenas de hasta diez años de prisión para personas que realizaran actos considerados homosexuales o se reivindicaran como parte de la comunidad LGBT+, en un país donde la homosexualidad ya es ilegal.
La extensión de las nuevas penas se desconoce por el momento.
“Esta Cámara no dudará en restringir cualquier derecho en la medida en que reconozca, proteja y salvaguarde la soberanía de este país y su moral”, dijo Among.
La ley debe ser ahora sancionada por el presidente Yoweri Museveni, que podrá promulgarla o imponer su veto.
Esta votación en Uganda llega en plena ola de homofobia en África Oriental, donde la homosexualidad es ilegal y con frecuencia, considerada un crimen.
El presidente Museveni, en el poder desde 1986, calificó la semana pasada a las personas homosexuales de “desviadas”. Pocos días después la policía ugandesa detuvo a seis personas por “práctica homosexual”.
Uganda tiene una estricta legislación anti-homosexualidad, herencia de las leyes coloniales británicas, aunque desde su independencia en 1962 no se han presentado condenas por prácticas consentidas sexuales entre personas del mismo género.
El intento en 2014 de aprobar una ley que preveía penas de cadena perpetua para este tipo de relaciones fue bloqueado en última instancia por la justicia ugandesa.