El parlamento del estado de Idaho, en Estados Unidos, aprobó este lunes una ley que autoriza a fusilar a los condenados a muerte cuando no esté disponible la inyección letal.
El texto, aprobado por 24 votos contra 11 en el Senado de este estado conservador del oeste del país, ahora deberá ser ratificado por el gobernador.
Idaho sería el quinto estado de Estados Unidos en aprobar este método de ejecución, luego de Utah, Oklahoma, Misisipi y Carolina del Sur, según el Centro para la Información sobre la Pena de Muerte.
Dos hombres y una mujer han sido ejecutados con ese método desde 1976, la última vez en 2010.
Los estados de Estados Unidos que aplican la pena de muerte tienen graves dificultades para conseguir las sustancias necesarias para una inyección letal, debido a la oposición de los laboratorios farmacéuticos que no quieren ser asociados a la pena capital.
Una ejecución por fusilamiento solo será factible en Idaho en caso de que sea imposible aplicar un inyección letal.
Las personas ejecutadas por un pelotón de fusilamiento “sufren, con toda probabilidad, niveles extremos de dolor y de tortura”, advirtió en un comunicado la organización de derechos civiles ACLU, que califica la ley de “espantosa” y “arcaica”.