El expresidente Donald Trump arremetió este lunes contra el sistema educativo de Estados Unidos y calificó la enseñanza escolar actual como “una locura”, al tiempo que prometió devolver el “sentido común” a las aulas como parte de su plataforma de campaña presidencial “Estados Unidos primero”.
Hablando ante sus potenciales votantes en el estado de Iowa, Trump se refirió a lo que los republicanos consideran como la imposición de una ideología “progresista” (“woke”, en inglés) en la enseñanza escolar, un tema cultural cada vez más álgido en Estados Unidos.
“Tenemos que volver al sentido común, y eso significa leer, escribir, la aritmética”, dijo Trump a los asistentes en Davenport, en respuesta a una pregunta del público sobre el supuesto de que las escuelas se están convirtiendo en “campos de adoctrinamiento enfocados en sexualizar a nuestros niños”.
“Lo que están enseñando en las escuelas hoy es una locura”, dijo el republicano de 76 años, quien aspira a un segundo mandato tras perder la elección presidencial en 2020.
Trump había anticipado parte de su programa educativo en enero, pidiendo el recorte de fondos federales para programas que enseñan a los niños “teoría crítica de la raza, ideología de género o contenido inapropiado de carácter racial sexual o político”.
Este lunes en la noche, también defendió el derecho de los padres a elegir su escuela, a elegir a los rectores y a la existencia de un control estatal -en lugar de federal- sobre los planes de estudios.
Además, se sostuvo en su promesa de “mantener a los hombres fuera de los deportes de mujeres”, en referencia a los esfuerzos desplegados por los republicanos por prohibir a las mujeres y niñas transgénero participar en deportes por equipo que coincidan con su identidad de género.
El portavoz del Comité Nacional Demócrata, Rhyan Lake, ha denunciado el esfuerzo del multimillonario republicano por estrangular a la educación pública mientras impulsa millones de dólares hacia las colegios privados.
Un sondeo de Des Moines Register/Mediacom Iowa publicado el viernes mostraba que Trump todavía mantiene una significativa influencia en Iowa, pese a que su índice de favorabilidad entre quienes se autoidentifican como republicanos ha caído del 91% en septiembre de 2021 hasta el 80% actual.
El gobernador de Florida, Ron DeSantis, quien se perfila como el principal rival de Trump para obtener el aval republicano, se ubicó con 74% de opinión favorable. El porcentaje de republicanos que dijeron que “definitivamente votarían” por Trump si fuera el nominado republicano también cayó desde 69% en junio de 2021 hasta 47% ahora.