La presidenta de Honduras, Xiomara Castro, anunció este martes que instruyó al canciller, Eduardo Enrique Reina, a que gestione la apertura de relaciones “oficiales” con China, sin precisar si ello implicará una ruptura de los tradicionales lazos con Taiwán.
En su cuenta Twitter, la presidenta dijo que ha “instruido al canciller Eduardo Reina, para que gestione la apertura de relaciones oficiales con la República Popular de China”.
Añadió que es una “muestra” de su “determinación para cumplir el Plan de Gobierno y expandir las fronteras con libertad en el concierto de las naciones del mundo”.
El 2 de febrero, Reina había anunciado gestiones con China, pero para construir una represa hidroeléctrica.
“Lo que estamos buscando, en esta visión de crear más capacidades energéticas para el país, es que [China] financie Patuca II”, había dicho entonces Reina, negando las versiones de que su país iba a establecer relaciones con Pekín, que considera a Taiwán una provincia rebelde.
Reina se reunió el 1 de enero con el vicecanciller chino, Xie Feng en Brasil, en el marco de la toma de posesión del presidente Luiz Inácio Lula da Silva.
Con un crédito de unos 300 millones de dólares, China financió la represa Patuca III, inaugurada en enero de 2021 por el entonces presidente Juan Orlando Hernández.
“Buscaremos establecer las más cordiales y amistosas relaciones diplomáticas con la República Popular China y con las comunidades de países asiáticos y africanos que quieran relacionarse con nosotros”, anota el plan de gobierno de Castro.
¿Qué tipo de relaciones?
El 27 de enero de 2022, el vicepresidente de Taiwán, William Lai Ching-te, asistió a la toma de posesión de Castro. Inmediatamente después, el canciller Reina anunció que continuaban las relaciones con Taiwán.
El analista hondureño, Raúl Pineda, dijo a la AFP que el tuit de Castro “no aclara qué tipo de relaciones” serían y si “son diplomáticas, eso va a generar un rompimiento con Taiwán y un distanciamiento con Estados Unidos”.
“Ahorita las relaciones China-Estados Unidos están muy tensas. Desde ese punto de vista sería una decisión muy desafortunada” del gobierno de Castro, añadió.
Estados Unidos y China pensaron que tenían para mejorar las relaciones una ventana que ahora parece haberse cerrado.
En efecto, tras un breve alivio en las tensiones entre ambas potencias, las cosas volvieron a complicarse después que Washington descubriera un presunto globo chino de espionaje.
El presidente chino, Xi Jinping -que un mes antes del incidente del globo se preparaba para recibir en Pekín al secretario de Estado, Antony Blinken, en una visita oficial que fue cancelada- advirtió la semana pasada que Estados Unidos persigue la “contención, cercamiento y supresión de China”.
En tanto, Taiwán vive bajo la constante amenaza de una invasión de China, que considera este territorio como propio y advierte reiteradamente su intención de retomarlo.
Pineda recordó que durante el gobierno de Porfirio Lobo (2010-2014), Honduras “quiso hacer un intento y los chinos no estaban interesados”.
América Latina ha sido escenario crucial de las disputas entre Pekín y Taipéi desde que se separaron en 1949 tras el triunfo de las fuerzas comunistas en la guerra civil china.
Alineados con Washington, todos los países centroamericanos se mantuvieron durante décadas ligados a Taiwán. Pero ahora solo Honduras, Guatemala y Belice mantienen lazos con la isla.
Costa Rica (en 2007), Panamá (2017), El Salvador (2018) y Nicaragua (2021) rompieron con Taipei y se vincularon a Pekín, que lleva muchos años buscando que cambien de bando los aliados diplomáticos de Taipéi.
Solo 14 países del mundo reconocen a Taiwán, entre ellos Paraguay, Haití y otras siete pequeñas naciones isleñas del Caribe y del Pacífico.