La bendición de uniones de parejas homosexuales podrá darse oficialmente en las iglesias católicas alemanas a partir de 2026, decidieron el viernes una gran mayoría de obispos alemanes y las organizaciones católicas laicas reunidas en sínodo.
Con esta decisión, los católicos alemanes desafían de nuevo al Vaticano, que considera la homosexualidad un pecado.
En 2021 y 2022, algunos sacerdotes católicos organizaron ceremonias de matrimonio en toda Alemania para parejas homosexuales y lesbianas. El voto del viernes puede ampliar el movimiento.
El viernes, entre los delegados presentes en el sínodo, 176 se pronunciaron por la bendición de las uniones homosexuales, 14 estaban en contra y 12 se abstuvieron: eso corresponde a una aprobación del 92,6%.
La mayoría de los obispos también eran favorables: 38 dijeron “si” a la celebración de las uniones homosexuales, 9 “no” y 12 se abstuvieron.
En sus diócesis los obispos siguen siendo libres de actuar como quieran pese a la decisión del sínodo del viernes, lo que quiere decir que los opositores a esta medida podrán seguir rechazando las celebraciones.
En 2021, la Congregación para la doctrina de la fe del Vaticano había publicado una nota donde reiteraba que consideraba a la homosexualidad como un “pecado” y confirmaba la imposibilidad para las parejas del mismo sexo de recibir el sacramento del matrimonio.
En enero de 2022, un centenar de católicos alemanes homosexuales, sacerdotes o implicados en su parroquia, realizaron su coming-out para denunciar la política “discriminatoria” de la Iglesia.
La religión católica sigue siendo la primera confesión en Alemania, seguida por las iglesias protestantes, pese a que el número de fieles baja.
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