Cinco mujeres contraatacan tras negarles un aborto terapéutico en Texas

Cinco mujeres contraatacan tras negarles un aborto terapéutico en Texas

“Me mata que a mi propio estado no parezca importarle si vivo o muero”, afirma una de las cinco mujeres que presentaron una denuncia por haberles negado un aborto terapéutico pese a sus graves problemas de salud en Texas.

Estas mujeres han emprendido acciones legales contra este estado conservador del sur de Estados Unidos, para pedir que se aclaren las “excepciones médicas” en las leyes que prohíben a los médicos locales realizar interrupciones del embarazo, bajo pena de fuertes multas y prisión.

Según la organización Center for Reproductive Rights, que las representa, es la primera denuncia presentada por mujeres estadounidenses a las que se les niegan el aborto desde que la Corte Suprema de Estados Unidos dinamitó, en junio, el derecho a interrumpir el embarazo.

Más allá del aspecto legal se trata de mostrar “las consecuencias concretas” de las leyes restrictivas adoptadas por 15 estados después de este histórico fallo judicial.

La demanda “incluye devastadores relatos de primera mano de mujeres que casi pierden la vida después de que se les negara la atención médica que necesitaban”, afirmó la vicepresidenta, la demócrata Kamala Harris, quien las apoyó este martes en un comunicado.

“En 2023, en Estados Unidos, estas historias son vergonzosas e inaceptables”, agregó la portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, que denunció “los esfuerzos extremistas de los republicanos para quitarles la libertad de elección a las mujeres”.

“Ruleta rusa”

En una rueda de prensa en Austin, frente al parlamento de su estado, las denunciantes contaron el trauma que tuvieron que afrontar al enterarse, tras unas semanas de embarazo deseado, que su feto no era viable.

Cuando rompí aguas “mi corazón se rompió en millones de pedazos”, porque faltaban meses para dar a luz, declaró muy emocionada Anna Zargarian, de 33 años.

Lauren Miller, embarazada de gemelos, supo en el segundo trimestre que uno de los fetos tenía malformaciones fatales. “Quería acurrucarme y llorar y llorar”, explicó.

“Pero no pude porque tuvimos que luchar para hacer planes para viajar fuera del estado para un aborto” con el fin de dar al otro bebé “la oportunidad de sobrevivir”, contó esta mujer de 35 años.

Ambas pusieron rumbo a Colorado, donde es posible abortar en estado de gestación avanzado.

“Fue una de las experiencias más aterradoras de mi vida. Era como la ruleta rusa sabiendo que estaba en riesgo de infección, hemorragia o parto en cualquier momento”, aseguró Anna Zargarian.

Allí recibieron atención médica y normalmente Lauren Miller dará a luz a finales de mes.

“Desesperadas”

A las 18 semanas de embarazo, Lauren Hall descubrió que su feto no tenía cráneo y no podía sobrevivir. Tuvo que viajar a Seattle para someterse a un aborto en una clínica donde fue acogida por manifestantes que les llamaban “asesinas y mostraban carteles con fotos de bebés muertos”.

A diferencia de las demás denuncias presentadas por médicos o asociaciones desde junio, este recurso no ataca la prohibición del aborto sino que pide a los tribunales que “aclaren el alcance de las excepciones”.

Lauren Hall vuelve a estar embarazada pero dice que todo le da miedo y observa “compulsivamente cada molestia y dolor, aterrorizada de encontrarse en esta situación insoportable”.

Amanda Zurawski, de 35 años, rompió aguas a las 17 semanas de embarazo, demasiado pronto para que el feto sobreviviera. Consiguió que le practicaran un aborto en Texas pero el hospital esperó hasta que hubo señales de infección, tres días después, para sacar el feto.

Según la denuncia, sufrió una septicemia, estuvo varios días en cuidados intensivos y perdió una de sus trompas de Falopio por esa negativa al tratamiento.

Las leyes de Texas, que contemplan hasta 99 años de prisión para los médicos que practiquen abortos, prevén excepciones pero solo en caso de “peligro de muerte o discapacidad grave para la madre”.

Para Amanda Zurawski no hay palabras para describir “el trauma y la desesperación que conlleva esperar que vas a perder tu propia vida, la vida de tu hijo o ambas”.