Tras la ampliación de su papel en la arena mundial, China ha intensificado su actividad diplomática, destacó Fiódor Lukiánov, editor jefe de la revista Russia in Global Affairs, presidente del Consejo ruso para la Política Exterior y de Defensa y director científico del Club Internacional de Debates Valdái.
De acuerdo con un artículo publicado por el experto la semana pasada, “el papel y el peso de la República Popular China en la arena internacional han alcanzado tal nivel que ya es imposible [para Pekín] mantener un distanciamiento contemplativo”, lo que representa “un cambio importante en la autoconciencia china”. “China adquirió un poder que, independientemente de sus deseos e intenciones, la convirtió en un rival potencial para EE.UU.”, sostuvo Lukiánov, añadiendo que esto provocó la “evolución natural del enfoque estadounidense” hacia ella.
“La intensificación diplomática china pretende demostrar que Pekín no tiene la intención de eludir su papel en la política mundial”, indicó el experto, poniendo como ejemplo la propuesta de China para la solución de la crisis en Ucrania, que, sin embargo, todavía conserva expresiones “estériles”.
En ese contexto, Lukiánov destacó que no se trata de si China comparte la evaluación de Rusia sobre los acontecimientos en Ucrania o no. “La reagrupación de las fuerzas en la arena mundial sigue su curso, con China y Rusia, lo quieran o no, de un lado, y EE.UU. y sus aliados del otro. En el futuro, esto será cada vez más evidente”, escribió.
Según el experto, el presidente Xi Jinping cambió significativamente la política interior y exterior del país durante su mandato. Señaló que el mandatario chino, por un lado, hace hincapié en “la cosmovisión china clásica”, mientras que, por otro lado, los eslóganes relacionados con el socialismo se expresan con mayor claridad. “Lo primero implica la armonía autosuficiente, lo segundo, por regla general, apunta tanto hacia afuera como hacia adentro. Probablemente, esta simbiosis defina el posicionamiento de China en los próximos 5 o 10 años del Gobierno de Xi”, indicó Lukiánov.
Al mismo tiempo, “el entorno internacional agresivo pondrá a prueba cada vez más la capacidad de Pekín para mantener un equilibrio que le convenga”, concluyó el analista.