Nueve policías murieron y otros 16 resultaron heridos este lunes en un atentado suicida contra el camión en el que viajaban en una provincia del suroeste de Pakistán, informaron fuentes oficiales.
Las fuerzas de seguridad llevan años luchando contra los grupos insurgentes de Baluchistán, que piden una mejor repartición de la riqueza en este provincia rica en recursos naturales, así como contra los ataques del Tehreek-e-Taliban Pakistan (TTP), el movimiento de los talibanes paquistaníes.
“El terrorista suicida iba en moto y chocó contra el camión por detrás”, declaró a la AFP Abdul Hai Aamir, un alto responsable de la policía.
El incidente tuvo lugar cerca de Dhadar, la principal ciudad del distrito de Kachhi, a unos 120 kilómetros al sureste de Quetta, en la provincia Baluchistán.
Las imágenes tras el ataque muestran el camión de la policía volcado en la carretera y con las ventanillas destrozadas.
Mehmood Notezai, el jefe de policía del distrito de Kachhi, dijo a la AFP que los agentes regresaban de una exposición de ganado en la que prestaban servicios de seguridad.
Por el momento el atentado no fue reivindicado.
“El terrorismo en Baluchistán forma parte de un plan nefasto para desestabilizar el país”, declaró el primer ministro, Shehbaz Sharif, en un comunicado.
Aumento de atentados
Los atentados han ido en aumento en Pakistán desde que los talibanes afganos se hicieron con el control de Kabul, la capital de Afganistán, en agosto de 2021.
Su llegada al poder reforzó a los grupos militantes a lo largo de la frontera con Pakistán y cada vez atacan más a las fuerzas de seguridad.
El mes pasado, cinco personas murieron cuando un escuadrón suicida del TTP asaltó un complejo policial en la ciudad de Karachi.
Unas semanas antes, la explosión de una bomba en una mezquita en la ciudad de Peshawar (noroeste) mató a más de 80 policías, un atentado reivindicado por un grupo que a veces colabora con el TTP.
“A pesar de las diferentes perspectivas ideológicas, étnicas y políticas, [estos grupos ] son todos franquicias unidas por un objetivo: golpear a las fuerzas de seguridad e infundir miedo e incertidumbre en Pakistán”, dijo Imtiaz Gul, un analista del Centro de Investigación y Estudios de Seguridad de Islamabad.
La provincia de Baluchistán, fronteriza con Afganistán e Irán, es la más extensa, menos poblada y más pobre de Pakistán. Cuenta con abundantes recursos naturales, pero la población asegura que no recibe una parte justa de sus riquezas.
Las tensiones se han avivado aún más por la avalancha de inversiones chinas en el marco de la llamada Nueva Ruta de la Seda, un ambicioso plan de desarrollo de Pekín, que según la población local no les está beneficiando.
China está invirtiendo en la zona en el marco de un proyecto de 54.000 millones de dólares conocido como el Corredor Económico China-Pakistán, que tiene el objetivo de mejorar las infraestructuras y las conexiones eléctricas y de transporte.
Fuente: © Agence France-Presse