La Ciudad de Nueva York acordó pagar miles de dólares a cerca de 300 manifestantes que fueron acorralados y maltratados por la policía durante las protestas contra el racismo en 2020, según documentos judiciales.
Unas 300 personas esperan recibir 21.500 dólares cada una si el juez da el visto bueno a un acuerdo extrajudicial alcanzado tras la demanda que interpusieron cinco afectados.
Dicho acuerdo, que contempla las mayores indemnizaciones pagadas en el país relacionadas con detenciones masivas, podría costar 6 millones de dólares a las arcas de la ciudad.
La demanda, que fue interpuesta en octubre de 2020, acusa a la policía neoyorquina de reaccionar con una “respuesta brutal” contra las manifestaciones registradas tras la muerte del afroestadounidense George Floyd a manos de la policía de Minneapolis.
La demanda se refiere a la detención de 300 personas en la zona de Mott Haven en el Bronx, el 4 de junio de 2020.
La manifestación fue una más de las numerosas protestas que se realizaron en todo el país y en el mundo tras la muerte de Floyd en mayo de ese año, asfixiado por la rodilla de un policía.
Los querellantes alegaron que la policía acorraló a los manifestantes pacíficos impidiéndoles salir del cerco al que fueron sometidos, de rociarlos con gas pimienta y golpearlos con porras.
Algunos manifestantes llegaron a perder el conocimiento y “sufrieron convulsiones”, según la demanda.
Los detenidos fueron maniatados con esposas de plástico muy apretadas, que les “causaron dolor, hematomas y, en algunos casos, lesiones de larga duración”, añade la demanda.
Las tácticas de mano dura causaron indignación en su momento, pero fueron defendidas por el entonces alcalde Bill de Blasio, que había impuesto un toque de queda a las 8 de la noche para intentar sofocar algunos disturbios.
Un portavoz del Departamento de la Policía de Nueva York dijo que había sido “un momento desafiante” para los uniformados que estaban “sufriendo las tensiones de la pandemia mundial” de covid-19, al tiempo que tenían que “hacer frente a disturbios a gran escala, caos masivo, violencia y destrucción.”
“La policía de Nueva York sigue comprometida con mejorar sus prácticas de la mejor forma posible”, agregó el portavoz en un comunicado enviado a la AFP.