La invasión de Rusia a Ucrania y sus repercusiones económicas han causado secuelas alrededor del mundo, pero un país de Europa del Este se ha visto particularmente afectado: Moldavia.
La pequeña nación, ubicada entre Rumania y Ucrania, ha estado enfrentando crecientes tensiones tanto por su gobierno proeuropeo como por sus partidos de oposición prorrusos.
En los últimos días, la presidenta Maia Sandu acusó a Rusia de estar conspirando para derrocar a su gobierno y descarrilar sus aspiraciones de unirse a la Unión Europea.
“Algunos quieren que nuestro país caiga para instalar en (la capital) Chisinau un gobierno títere esclavizado a los intereses del Kremlin”, dijo Sandu.
Moscú negó estas afirmaciones y dijo que eran un intento de las autoridades moldavas de distraer la atención de sus propios “fracasos sociales y económicos”.
Con información de BBC.