Una poderosa pandilla se apoderó de numerosas comunidades en el centro de Haití en las últimas semanas, matando al menos a 69 personas y obligando a las autoridades a abandonar varias comisarías, dijo el viernes Naciones Unidas.
Otras 83 personas resultaron heridas en medio de un aumento de la violencia reportado en el valle de Artibonite que los funcionarios culpan a una pandilla local llamada “Baz Gran Grif”, que se traduce aproximadamente como “Big Claw”.
La Oficina Integrada de las Naciones Unidas en Haití conocida como BINUH dijo que la pandilla ha “establecido un clima de terror, caracterizado por saqueos, asesinatos, secuestros, destrucción, extorsión, secuestro de bienes y camiones y actos de violación de niñas y mujeres”.
BINUH dijo que está “alarmada por la velocidad con la que la pandilla ha extendido sus actividades a nuevas áreas y por la huida de la policía en múltiples comunidades”.
La pandilla está acusada de matar a siete oficiales de la Policía Nacional de Haití en un solo día a finales de enero como parte de los continuos ataques que obligaron a un hospital que atiende a unas 700.000 personas en la región a suspender todos los servicios hace una semana. Las escuelas también permanecen cerradas, mientras que la actividad comercial y el transporte público se han desacelerado, dijo la ONU.
La actividad de las pandillas se había limitado en gran medida a Port-au-Prince, con pandillas que controlaban aproximadamente el 60% de la capital, pero se han vuelto cada vez más poderosas y violentas en otros lugares.
Funcionarios de la ONU dijeron que miles de personas en las comunidades centrales de Liancourt, Verrettes, Petite Rivière de l ‘Artibonite y Estère han huido a otros barrios para escapar de la violencia en curso.
“Este ciclo de violencia debe detenerse absolutamente”, dijo la BINUH. “Instamos a las autoridades a hacer todo lo posible para proteger a los habitantes de la región y sus propiedades”.
El aumento de la violencia en la región central de Haití se produce cuando el primer ministro Ariel Henry continúa abogando por el despliegue de tropas extranjeras, una solicitud que se hizo por primera vez en octubre. En cambio, la comunidad internacional ha optado por imponer sanciones y enviar equipo militar y otros recursos.
El mes pasado, funcionarios de la ONU reiteraron que la violencia de las pandillas en Haití ha alcanzado un nivel no visto en décadas, y que las pandillas se han vuelto más poderosas desde el asesinato del presidente Jovenel Moïse en 2021.
AP