La inflación en Japón continuó su aceleración en enero al 4,2% interanual, su nivel más elevado desde septiembre de 1981, según los datos publicados el viernes por el ministerio nipón de Asuntos Interiores.
Este incremento de precios, que no incluye los productos frescos, es ligeramente interior al 4,3% esperado por los economistas, pero supera el 4% registrado en diciembre.
Los precios aumentan desde la pasada primavera boreal, influenciados en parte por la guerra en Ucrania, que encareció la energía y los productos alimentarios.
Incluso excluyendo los precios energéticos, la inflación en enero también se aceleró al 3,2% contra 3% en diciembre, según los datos del ministerio.
Desde el pasado mes de abril, la inflación supera el objetivo del 2% fijado por el Banco de Japón, pero esta entidad considera que es algo circunstancial y que el índice volverá a bajar en 2023.
Su gobernador actual Haruhiko Kuroda, que impone desde hace una década una política monetaria ultralaxa que hundió el valor del yen frente el dólar, será reemplazado en abril por el economista Kazuo Ueda, tras ser designado la semana pasada por el gobierno nipón.