La primera dama de Estados Unidos, Jill Biden, visitará Namibia y Kenia esta semana, informaron este martes funcionarios gubernamentales, en momentos en el que la Casa Blanca busca estrechar lazos con África para contrarrestar las inversiones chinas y la escasez de alimentos por la invasión rusa de Ucrania.
Jill Biden, de 71 años, se centrará en el hambre en el Cuerno de África y el empoderamiento de las mujeres y los jóvenes.
Su objetivo es aprovechar el resultado de la cumbre de dirigentes de Estados Unidos y África celebrada en Washington en diciembre, durante la cual su esposo, el presidente Joe Biden, se centró en los alimentos y el calentamiento global, así como en eventuales crisis sanitarias tras la experiencia de la pandemia de covid-19.
“El mundo se enfrenta a grandes desafíos, incluida la presión causada por el cambio climático, el impacto persistente de la pandemia y las consecuencias de la invasión rusa de Ucrania para la seguridad alimentaria y para nuestros valores compartidos”, afirmó un funcionario.
“Creemos que los gobiernos y los pueblos africanos estarán y deben estar en la mesa de estas negociaciones importantes. No podemos tener éxito sin la participación y el liderazgo africanos”, añadió.
Jill Biden comienza el miércoles una gira de cinco días en Namibia y se reunirá con las primeras damas de ambos países.
En Kenia llamará la atención sobre la peor sequía en el Cuerno de África en décadas, que ha dejado a más de 20 millones de personas con una grave escasez de alimentos.
Analizará en qué medida el cambio climático, agravado por el bloqueo de las exportaciones de alimentos durante la invasión rusa de Ucrania, empeora la crisis, se indicó.
África subsahariana es la región de más rápido crecimiento del mundo y, según expertos, una cuarta parte de la población mundial será africana para 2050.
En la última década, China superó a Estados Unidos en las inversiones en ese continente a través de proyectos de infraestructura que suele financiar con préstamos que superan los 120.000 millones de dólares desde el comienzo del siglo.
China niega las acusaciones de Estados Unidos de que impone la llamada “trampa de la deuda” a África, es decir que estaría aumentando su influencia con préstamos que podrían provocarle problemas en el futuro.
Pekín acusa a su vez a Washington de convertir al continente en un campo de batalla geopolítica.
Los funcionarios indicaron que el propósito “es reafirmar las inversiones del gobierno de Estados Unidos en África”.