El presidente de Francia, Emmanuel Macron, defendió este martes su controvertida reforma de las pensiones, que retrasa dos años la edad mínima de jubilación y eleva a 43 los años de cotizaciones, tras varias jornadas de manifestaciones masivas en el país en rechazo al texto.
“Debemos trabajar un poco más de tiempo, si no no podremos financiar nuestras jubilaciones”, dijo Macron a periodistas durante una visita al mayor mercado mayorista del país.
“Todos sabemos que, como vivimos más años, no hay ningún milagro: si queremos preservar un sistema por reparto, debemos trabajar más años”, añadió, en referencia al sistema de pensiones que rige en Francia.
Los sindicatos amenazan con “paralizar” Francia en marzo, si el presidente “no escucha” el rechazo mayoritario de la población a su reforma de las pensiones.
El gobierno quiere retrasar la edad de jubilación de 62 a 64 años para 2030 y adelantar a 2027 la exigencia de cotizar 43 años (y no 42 como ahora) para poder cobrar una pensión completa.
Una mayoría de franceses, dos de cada tres, según los sondeos, se oponen a la reforma, con la que el gobierno busca acercar la edad de jubilación a la de sus vecinos en Europa y evitar un futuro déficit en la caja de las pensiones.
En una de las mayores protestas contra la reforma a finales de enero, más de un millón de personas salieron a las calles en todo el país, según el Ministerio del Interior. Una nueva jornada de manifestaciones y huelgas en varios sectores está prevista para el 7 de marzo.
Desde que lanzó la reforma, Macron casi no había tomado la palabra al respecto y llevaba tres meses sin organizar actos a pie de calle.