Miles de personas salieron a las calles de las principales ciudades de Colombia este martes para respaldar las iniciativas legislativas con las que el presidente, Gustavo Petro, busca reformar los sistemas de salud y pensiones para fortalecer la participación estatal.
Sindicatos de obreros, educadores y trabajadores de salud, entre otros, respondieron desde la mañana a la convocatoria del primer gobierno de izquierda en la historia de Colombia, que presenta esta semana una ambiciosa batería de reformas al Congreso, donde tiene mayoría gracias a una coalición con partidos de centro y derecha moderada.
“Hoy los espero a las 4 pm en la Plaza de Armas y la Plaza de Bolívar y en todas las plazas públicas del país”, expresó en Twitter el mandatario, quien explicará sus proyectos en un discurso desde la sede de gobierno, en Bogotá.
“Quien ganó (las elecciones) fue el pueblo y el pueblo quiere el cambio de Colombia. Vamos por los cambios hacia un país democrático y en paz”, arengó el presidente.
Con banderas de Colombia, instrumentos musicales y pancartas, los manifestantes se concentraron en Bogotá, Medellín, Cali y otras ciudades, en la víspera de protestas convocadas por la oposición en rechazo a las políticas que Petro aspira a implementar en sus cuatro años de mandato (2022-2026).
Hasta ahora, su gobierno solo ha divulgado el texto de su reforma a la salud, que pretende reducir la participación privada en el sistema para fortalecer las capacidades del Estado y ampliar la cobertura a los más pobres a través del sistema público.
“Es necesario y urgente reformar la salud en Colombia (…) nunca hay agenda para atender a un paciente o una cita, es injusto”, dijo a la AFP Isabel Córdoba, una abogada afro y defensora de derechos humanos de 38 años que se manifestaba en Bogotá.
Gloria Peñuela, enfermera de un hospital universitario, señaló la “falta de oportunidades” para los trabajadores sanitarios y para los pacientes, “sobretodo en las regiones donde la gente tiene mucha dificultad para acceder al servicio de salud”.
Opositores y ciertos miembros de los partidos afines a Petro son críticos de la reforma. Además de sus costos millonarios, señalan la posibilidad de que propicie la corrupción y precarice aún más al gremio médico.
“A pupitrazo”
Petro cuenta con gran capacidad de convocatoria desde antes de su llegada al poder, en agosto. En 2021 lideró las masivas protestas contra su antecesor, Iván Duque.
El miércoles pasado, profesores de un sindicato intentaron sin éxito entrar a la fuerza al Capitolio y desde entonces acampan frente al edificio.
“El mensaje para los congresistas es que aprueben esa reforma a la salud, a pupitrazo [de manera exprés y sin espacio a debates] si es posible”, añadió la abogada que marchó a favor del mandatario.
Políticos de derecha y las empresas que se encargan actualmente de prestar los servicios de salud se resisten a ese cambio.
“Reviven un sistema de salud pública que fue un desastre y lo peor: les entregan los recursos de la salud pública a alcaldes y gobernadores”, criticó el exministro de Salud Fernando Ruiz en entrevista con Caracol Radio.
El ejecutivo también prevé revelar un proyecto de ley para el sometimiento judicial de las “mafias” que se disputan las rentas del narcotráfico en el país que más produce cocaína a nivel mundial.
La iniciativa contempla penas reducidas para los narcotraficantes que desmantelen sus organizaciones y otros beneficios como conservar el 10% de sus fortunas, anticipó el ministro de Justicia, Néstor Osuna.
Petro también ha anunciado una reforma de pensiones que busca llevar más recursos a los fondos públicos y fijar un ingreso mínimo para los adultos mayores, así como un cambio en el sistema penitenciario.
El Congreso aprobó a finales del año pasado la reforma tributaria propuesta por el gobierno. Pero en esta ocasión el presidente del Senado, Roy Barreras, ha expresado reservas frente a la reforma de salud y la desmovilización de los narcos.