La presidenta de Moldavia, Maia Sandu, denunció el lunes los supuestos planes de Rusia para derrocar al gobierno proeuropeo de su país y anunció nuevas medidas de seguridad.
“El plan incluye atentados contra edificios estatales y la toma de rehenes por parte de saboteadores de origen militar disfrazados de civiles”, declaró Sandu a la prensa.
La información fue mencionada por el presidente ucraniano Volodimir Zelenski en Bruselas la semana pasada y procede de documentos interceptados por el servicio secreto ucraniano.
Los servicios de inteligencia moldavos confirmaron la información sin dar detalles, afirmando que habían “identificado actividades destinadas a debilitar y desestabilizar” esta exrepública soviética de 2,6 millones de habitantes, situada entre Rumanía y Ucrania.
“El objetivo es derrocar el orden constitucional y sustituir el poder legítimo en Chisinau por uno ilegítimo”, dijo la jefa de Estado, en el cargo desde diciembre de 2020.
Según ella, el Kremlin cuenta con “la implicación de fuerzas internas”, como el partido del magnate prorruso prófugo Ilan Sor, pero también de ciudadanos rusos, bielorrusos, serbios y montenegrinos.
Moldavia, candidata a entrar en la Unión Europea desde mediados de 2022, ha sufrido varias crisis desde el inicio de la guerra en Ucrania y lleva varios meses denunciando el “chantaje energético ruso”, que ha reducido a la mitad sus entregas de gas.