Fiscales generales de 21 estados republicanos de Estados Unidos solicitaron al presidente Joe Biden que declare como organizaciones terroristas a los cárteles mexicanos, para reforzar la lucha contra el narcotráfico en medio de la mortal epidemia de consumo de fentanilo que enfrenta el país.
“Debido a la grave amenaza que representan estos cárteles para nuestra nación y nuestros estados, por la presente solicitamos que el Cártel de Sinaloa, el CJNG (Cártel Jalisco Nueva Generación) y otros cárteles mexicanos de la droga en situaciones similares sean designadas como Organizaciones Terroristas Extranjeras”, señalaron los procuradores en una carta que también está dirigida al secretario de Estado, Antony Blinken.
Según la misiva, que fue promovida por Jason Miyares, fiscal general de Virginia, esta categorización permitirá que las agencias estadounidenses tengan más poderes para congelar activos de los cárteles denegar el ingreso al país a sus miembros e imponer penas más severas a sus cómplices.
“Los esfuerzos antinarcóticos tradicionales son inadecuados para hacer frente a la amenaza que plantean la cárteles mexicanos de la droga”, afirma el texto.
La carta también recuerda que, tan solo en el último año, más de 100.000 estadounidenses murieron por sobredosis, en 66 % de los casos, por consumo de fentanilo.
“La causa de este flagelo es bien conocida. La Administración de Control de Drogas (DEA) informa que los cárteles mexicanos (…) importan materias primas peligrosas de China, las usan para producir sintéticos mortales opioides a bajo costo y transporta ilegalmente esos opioides a Estados Unidos”, agregaron.
Los fiscales citan como ejemplo el estado de Virginia, en donde las sobredosis fatales han aumentado en un 40 % desde que los cárteles de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación ampliaron ahí sus operaciones.
“Estas drogas extranjeras han creado crisis gemelas de salud pública y seguridad nacional de efectos sin precedentes”, denunciaron los procuradores, achacando toda la responsabilidad al tráfico ilegal de sustancias, sin reconocer que parte de la epidemia se debe también al consumo de opiáceos recetados legalmente y promovidos por los laboratorios estadounidenses.
“Los cárteles mexicanos de la droga amenazan nuestra seguridad nacional más allá de la venta de estos letales drogas. Durante la última década, los cárteles mexicanos de la droga han desarrollado fuerzas armadas bien organizadas para proteger su repudiable comercio”, acusaron.
Asimismo, los procuradores criticaron al Gobierno mexicano, al considerar que ha sido incapaz de controlar a los cárteles.
“Esa amenaza se hace aún mayor por los vínculos conocidos entre los cárteles de la droga mexicanos y Organizaciones Terroristas Extranjeras como Hezbollah que ya tienen la intención de hacernos daño. La seguridad nacional requiere que el Gobierno federal interrumpa esa colaboración”, demandaron.
Los cárteles mexicanos, insistieron, están llevando a cabo “una guerra química” contra los estadounidenses que afecta a todas las comunidades.
“Es hora de responder”, convocaron, al reclamar que el fentanilo sea declarado “un arma de destrucción masiva”.