África. El papa Francisco llegó este viernes a Sudán del Sur para una visita de tres días en la que promoverá la paz y la reconciliación en este país devastado por una guerra civil y uno de los más pobres del planeta.
Esta “peregrinación de la paz” es la primera visita de un sumo pontífice en Sudán del Sur desde que la nación, de mayoría cristiana, consiguió en 2011 su independencia de Sudán, de mayoría musulmana, tras décadas de conflicto.
La guerra civil en la que se sumió el país entre 2013 y 2018 dejó 380.000 muertos y millones de desplazados.
Sentado en una silla de ruedas, Francisco, de 86 años, fue recibido a las 14H45 (12H45) por el presidente Salva Kiir en el aeropuerto de la capital Juba. Posteriormente pronunciará un primer discurso ante las autoridades y el cuerpo diplomático.
El sábado se reunirá con religiosos católicos y desplazados internos y celebrará una oración ecuménica. El domingo oficiará una misa.
El papa llegó de la República Democrática del Congo (RDC), otro país africano azotado por la violencia, donde realizó una visita de cuatro días marcada por el fervor y los llamamientos a la paz.
– “Resolver la crisis” –
En Juba, las calles comenzaron a llenarse de gente horas antes de la llegada del pontífice. Muchos llevaban pancartas deseando la bienvenida a Francisco.
El logo de la visita decora carteles, ropa y pancartas. Las carreteras fueron asfaltadas, algo inusual en esta ciudad de calles polvorientas, donde las cabras errantes se protegen del sol bajo los autos.
Esta gira africana del papa debía realizarse en julio de 2022 pero fue aplazada debido a los problemas de rodilla que sufre Francisco.
El pontífice argentino estará acompañado por los jefes de las Iglesias de Inglaterra y de Escocia, representantes de las otras dos confesiones cristianas de ese país de 12 millones de habitantes.
La Iglesia católica llena un vacío en las zonas sin servicios gubernamentales y donde los trabajadores humanitarios suelen ser víctimas de ataques, cuando no mueren de forma violenta.
La ONG Human Rights Watch exhortó el viernes a los dirigentes religiosos a presionar a los dirigentes sursudaneses para “resolver la crisis actual de los derechos humanos en el país y la impunidad generalizada”.
– Crímenes de guerra –
“Estoy muy emocionada por verle”, dijo a la AFP Hanah Zachariah, de 20 años. La joven forma parte de un grupo de unos sesenta jóvenes que caminaron 400 km hasta la capital, predicando un mensaje de unidad en un país con más de 60 grupos étnicos.
En 2019, un año después de la firma de un acuerdo de paz, Francisco recibió a los dos enemigos, Salva Kiir y de Riek Mashar, en el Vaticano y se arrodilló para besarles los pies, suplicándoles que hicieran las paces.
A pesar de los llamados de reconciliación del papa, la violencia perdura, atizada por las élites políticas.
Como ilustración de la violencia crónica que azota al país, al menos 21 civiles murieron en un ataque cometido por ganaderos el jueves en el sur del país.
Muchos esperan que su visita detenga los enfrentamientos. “Hemos sufrido mucho. Ahora queremos alcanzar la paz”, declaró Robert Michael, de 36 años, que esperaba con ansias poder ver al papa.
Con motivo de la visita de Francisco, fueron desplegados unos 5.000 policías y soldados adicionales y el viernes fue decretado feriado nacional.
– “Colonialismo económico” –
Antes de volar a Juba Francisco pronunció un discurso ante los obispos congoleños en la capital Kinshasa.
Allí les pidió que no se limiten a la “acción política” y que se concentren en el pueblo, en un país en el que la Iglesia católica actúa tradicionalmente como contrapoder.
El martes, al iniciar su visita, denunció el “colonialismo económico”, que impide a la RDC “beneficiarse suficientemente de sus inmensos recursos” naturales.
Se trata del cuadragésimo viaje internacional del jefe de la Iglesia Católica desde que fue elegido en 2013 y del tercero al África subsahariana.
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